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10 tips para manejar en la cordillera

La cuenta regresiva va llegando a su fin y se acercan las soñadas vacaciones. Es tiempo de planificar en familia y armar los bolsos para partir rumbo al destino anhelado. Sin embargo, la ansiedad no debe ganarle a la precaución y es necesario respetar una serie de pautas conductivas a la hora de a la hora de recorrer los imponentes caminos que surcan la cordillera

1. Manejo en ripio. “Requiere de una técnica especial. Muchas veces es preferible llevar el vehículo a mayor cantidad de revoluciones con un cambio más bajo que los rodados sueltos. En la tierra es mejor circular a 80 kilómetros por hora en tercera, aunque el motor vaya un tanto exigido, que ir esa velocidad en quinta marcha. Porque el auto va en el aire y es mucho más permeable a protagonizar un vuelco”.

2. Velocidad. “Tenemos una realidad: para las vacaciones nos visita gente de otras provincias que no está acostumbrada a manejar en zona de cordillera. Son caminos muy sinuosos donde se deben extremar las medidas de precaución. Es fundamental entonces respetar los límites de velocidad”.

3. Distribuir bien el peso. “En esta temporada se observa cómo la gente, por desconocimiento, carga mal sus vehículos y esto produce una pérdida de estabilidad muy importante. Resulta clave distribuir los pesos correctamente en el auto porque muchas veces se ve cómo se utilizan portaequipajes que restan sustentabilidad a los rodados”.

4. Luces bajas. “Es otro aspecto a tener en cuenta que no debemos olvidar: circular siempre con las luces bajas encendidas”.

5. Mantener la distancia. “Una de las cosas importantes en la cordillera, algo que muchas veces se ignora, es mantener la distancia con el que circula delante nuestro. Diría que es preferible conservar una distancia superior a la que se da en una ruta del llano. Hay que pensar que el vehículo que nos precede puede tener algún inconveniente. Y en fracción de segundos, nosotros lo estaremos impactando si no medimos correctamente la distancia, ya que es más dificultoso el proceso de frenado.

Sumado a esto la falta de visibilidad que genera un auto circulando en ripio, todo puede provocar un combo peligroso”.

6. Diferencias con el manejo urbano. Chasco explicó que es necesario diferenciar la conducción cotidiana diaria de aquella que se da a la hora de salir de vacaciones. “A la gente mayor le cuesta más físicamente, y a nivel visual. Y el joven, por su parte, no tiene la experiencia. En la conducción es muy importante la experiencia y eso no se compra. Te lo dan los viajes. Mucha gente se confunde porque diariamente resuelve situaciones en el ámbito urbano, pero la ruta es otra cosa. En la mayoría de los casos, en la ruta los errores terminan en una fatalidad, mientras que en la ciudad es un siniestro con daños en los vehículos”.

7. Revisión de los autos. “El control de los vehículos antes de emprender un viaje es clave. Mucha gente no está acostumbrada y descuida detallas que pueden resultar fundamentales como las libras que llevan los neumáticos”.

8. Máxima concentración. “Nuestro suelo es muy cambiante y te sorprende todo el tiempo. Pasamos del asfalto al ripio y luego a una zona arcillosa en pocos kilómetros”.

9. Animales en la ruta. “Un tema para tener muy en cuenta, sobre todo en el horario nocturno. Estamos en zona de cordillera y hay muchos campos fiscales donde los alambrados no están en las mejores condiciones.

Es preferible no viajar de noche y en caso de hacerlo hay que disminuir considerablemente la velocidad. Paralelamente en esta época del año se producen los arreos de veranada por lo cual resulta indispensable tomar todas las medidas de precaución para evitar accidentes”.

10. Horas de descanso. “Otro tema fundamental. Hay personas que no tienen la costumbre de realizar viajes largos y eso puede convertirse en un hecho negativo. Si vienen de paseo es importante que en cada tramo puedan bajar y descansar. Siempre los últimos kilómetros de un viaje extenso son los más difíciles”.