La Patagonia se puebla de flores

La Patagonia se puebla de flores

 Primerean las flores amarillas del calafate anunciando la primavera en la región.
Es un arbusto nativo que habita desde Neuquén hasta Santa Cruz. Su nombre botánico es Berberis microphylla, también denominado Berberis buxifolia. Llega a medir aproximadamente 1,50 metros de altura, crece ramificado desde la base, sus ramas son largas y finas, las más antiguas de corteza gris y agrietadas y de color rojizo las más jóvenes. Presenta espinas trífidas, es decir que están abiertas en tres partes, rectas y muy punzantes, en todas sus ramas. Sus hojas, pequeñas, elípticas y coriáceas se agrupan en un tallito corto. Sus bellas flores amarillas de 6 pétalos crecen solitarias a lo largo del arbusto, que luego darán lugar al sabroso fruto violáceo. Hay otras hermanas y variedades del calafate: en las zonas donde el sol y el viento tienen una intensa presencia, vemos al calafatillo o calafate enano (Berberis empetrifolia), llamado así por ser la especie de Berberis de la patagonia de menor porte. Si nos vamos para la cordillera, entre los bosques húmedos de coihues encontramos al michay (Berberis darwinii), lleno de racimos de flores amarillas y muchísimas más espinas, con sus hojas de forma romboidal que presentan tres pequeñas espinas en los vértices. En la selva valdiviana y zonas de abundante humedad, con fulgurantes tonos anaranjados, se abren las flores del michay chileno (Berberis linearifolia), arbusto de ramas más erguidas que los demás Berberis y con hojas rectas y lanceoladas. Todas ellas, 16 especies en total en nuestra patagonia, pertenecen al género Berberis. Su nombre es una latinización del nombre árabe de una fruta, y que Linnneo le puso a éstas su nombre por verlas semejantes. Los calafate y los michay han acompañado desde siempre a sanar procesos febriles, inflamaciones, dolores estomacales, indigestiones y diarreas, usando su corteza y también la raíz, en decocción. Sus flores son comestibles, de sabor ácido y dulzón. Sus raíces se usan para teñir lanas y telas dando un color amarillo intenso y con los frutos se obtiene un tinte de color violeta. Los frutos maduros, de color violáceo oscuro, de sabor ácido y dulce, junto a los frutos del maqui son las bayas de mayor contenido de antioxidantes. El consumo de éstas deliciosos frutos reducen el riesgo y/o desarrollo de enfermedades crónicas, como cáncer, patologías cardiovasculares y neurodegenerativas. La mejor forma de aliemtarnos con ellos es ingerirlos crudos, también en forma de jugos. Pueden deshidratarse para usarlos como pasas en el tiempo de otoño invierno y bebiéndolos en infusión.
Plantas Nativas para conocer, valorar y cuidar!!!
Abrazo yuyero !
Sara Itkin

Plantas para la salud Dra. Sara Itkin