Salud Natural
La D-Manosa para la cistitis recurrente y las infecciones urinarias
La D-Manosa para la cistitis recurrente y las infecciones urinarias
En este artículo te contamos por qué este azúcar naturales tan importante a la hora de contemplar alternativas para tratar la cistitis crónica.
Síntomas y tratamiento de la cistitis de repetición o recurrente
La cistitis recurrente es una infección muy común que sucede más habitualmente en mujeres, siendo aproximadamente en un 80% de las veces causada por Escherichia coli (E.coli). Las estadísticas apuntan a que más de la mitad de las mujeres sufrirá cistitis a lo largo de su vida y dentro de este porcentaje, en torno a un 25% podría sufrir un nuevo episodio en menos de un año 1.
Uno de los síntomas más característicos de la cistitis es la disuria (escozor al orinar) , una mayor frecuencia en el número de micciones al día , y molestias en la parte inferior de la pelvis.
El tratamiento más habitual que se pauta cuando presentamos este problema en la consulta del médico es el consumo de antibióticos 1. Una alternativa muy rápida para mejorar la sintomatología, pero que proporciona altas probabilidades de sufrir recaídas debido al aumento de la resistencia a los antibióticos entre los patógenos de las infecciones urinarias. Además puede provocar alteraciones en la microbiota, tanto intestinal como vaginal, dando lugar a disbiosis intestinales que pueden derivar en otras enfermedades crónicas 2, tales como enfermedades autoinmunes y del sistema nervioso (Alzhéimer, Párkinson, esclerosis múltiple), alergias, asma, intolerancias, enfermedades cardiovasculares e incluso diabetes u obesidad, si dicha microbiota no se restaura debidamente con probióticos específicos .
Por eso, hoy te queremos mostrar una alternativa natural que ofrece la misma efectividad sin proporcionar estos efectos negativos en nuestra salud. Se trata del arándano rojo y de la D-Manosa, y lo puedes encontrar en el producto natural D-Manocist, del laboratorio Sura Vitasan. Sigue leyendo para conocer todas sus propiedades.
Factores de riesgo de la cistitis
Existen varios factores de riesgo3 de diversa índole que favorecen la aparición de la cistitis de repetición:
Uso y abuso de antibióticos . Como hemos señalado antes, el consumo de los mismos modifica por completo nuestra microbiota, de forma que nuestras bacterias “buenas” que habitan en la misma también son eliminadas, propiciando un desequilibrio si no se trata posteriormente de forma correcta.
Relaciones sexuales: El movimiento que sucede en la uretra al producirse el coito, el masaje uretral, puede favorecer la migración de bacterias hasta la vejiga. Este riesgo puede aumentar con la frecuencia y con los repetidos cambios de pareja. Asimismo, algunos anticonceptivos femeninos espermicidas, al contener químicos que evitan que el espermatozoide llegue al óvulo, pueden producir alteración del pH vaginal, favoreciendo la infección vaginal.
Una inadecuada higiene íntima: la cual puede aparecer tanto por exceso como por defecto de la misma. A su vez, algunos productos de higiene íntima con pH muy ácido (jabones, desodorantes vaginales, cremas…) pueden favorecer una infección por la alteración del pH vaginal. Por otro lado, una mala limpieza de la zona anal tras la defecación, puede facilitar la migración de bacterias fecales en la vagina, provocando de igual forma una infección local.
Cambios hormonales: los cuales suceden durante la menstruación, el embarazo, el parto, el puerperio, la menopausia o en el envejecimiento, y modifican el pH vaginal. Esta alteración del pH conlleva cambios en la microbiota vaginal, donde los lactobacilos pueden verse reducidos, siendo sustituidos por otras bacterias malignas que habitan en nuestro organismo.
Incontinencia urinaria: el uso común de absorbentes que se utilizan para solventar esta sintomatología puede acarrear consigo el aumento de las probabilidades de desarrollar una infección. Otras enfermedades provocadas por el prolapso de órganos pélvicos (POP), como el cistocele (vejiga caída) puede impedir que la vejiga se vacíe por completo durante la micción, lo que favorece el crecimiento bacteriano.
Permanecer con un traje de baño o ropa interior húmeda en contacto con la vagina. La humedad que proporcionan y el cambio de temperatura y de pH que sucede en la zona vaginal en estas circunstancias, puede favorecer en gran medida la infección local bacteriana.
Un sistema inmunitario inmunodeprimido o padecer enfermedades como la diabetes u otras enfermedades crónicas y degenerativas son un factor de riesgo para desarrollar una cistitis.
Los trastornos digestivos, como el colon irritable, la diverticulitis, la colitis ulcerosa, el estreñimiento, etc, cursan normalmente con episodios de diarrea-estreñimiento, lo que también implica una recurrencia de la infección urinaria.
Ingreso hospitalario. Las personas que han estado ingresadas en hospitales, conectadas a una sonda o un catéter urinario, tienen más probabilidades de padecer infecciones de orina. Esto incluye también los tratamientos con quimioterapia y radioterapia y cirugías pélvicas.
Factores genéticos: se ha descubierto que las personas con el grupo sanguíneo B (grupo B y AB) tienen mayor susceptibilidad a las infecciones urinarias por enterobacterias gram negativas, como lo es E. coli, con respecto a las personas pertenecientes a los grupos sanguíneos A y O.
Anormalidades anatómicas o funcionales del aparato urinario: aunque rara vez esta sea la razón, cabe la posibilidad de que sí lo sea cuando el resto de factores han sido descartados. Para ello se necesitan una serie de análisis y estudios en concreto que serán llevados a cabo por el médico especialista.
¿Qué es la D-Manosa y cuáles son sus propiedades?
El interés por la D-manosa y las infecciones urinarias se remonta a la década de 1970, cuando comienzan a aparecer resistencias antibióticas relacionadas con patógenos del tracto urinario.
La D-manosa (C6H12O6) es uno de los nueve monosacáridos que se encuentran comúnmente en estructuras animales; de forma abundante en las de los vertebrados.
En el cuerpo humano, la D-manosa se sintetiza principalmente a partir de la glucosa, pudiendo también derivar de la descomposición de moléculas endógenas como los glicoconjugados. El nivel fisiológico de D-manosa en sangre varía entre 50 y 100 μM. Se absorbe tras su ingestión principalmente por difusión pasiva a través de la barrera intestinal, pero también se han identificado moléculas de transporte activo. Actualmente se comercializa a nivel mundial como un suplemento dietético y su objetivo principal es apoyar la salud del tracto urinario, ya sea como producto independiente o combinado con extracto de arándano o probióticos.
Frutas como naranjas, manzanas y melocotones contienen D-manosa libre en cantidades relativamente pequeñas. También se puede encontrar en forma de galactomananos (polisacáridos vegetales no digeribles) en granos de café, fenogreco y goma guar. Sin embargo, la biodisponibilidad de la manosa para la síntesis de glicanos a partir de estas fuentes dietéticas es baja y por lo tanto, la manosa procedente de la dieta no se considera una fuente importante para los seres humanos.
Curiosamente, se ha observado en un estudio 5 realizado en animales que padecían obesidad, que la adición de D-manosa a la dieta (al 2 %) redujo el aumento de peso, la adiposidad, la esteatosis hepática y la sensibilidad a la glucosa. También condujo a un cambio en la microbiota fecal con aumentos en supuestos microbios beneficiosos como Faecalibaculum y Akkermansia.
Un estudio con ratas realizado por Alton et al. 5 mostró que la manosa se absorbe relativamente rápido (en una hora) desde el intestino a la sangre. Además, menos del 1% de la manosa permanece en el intestino, las heces y la orina pasadas las 4 y 8 horas, lo que demuestra la eficacia de su absorción en el intestino. A pesar del aumento relativamente rápido de las concentraciones de D-manosa en la sangre, ésta no se metaboliza completamente. Este exceso (20-35 % de la dosis ingerida) pasa a la orina desde la circulación sanguínea, donde tiene el potencial de interactuar con otras estructuras sensibles a la manosa y reducir aún más el efecto patógeno de las bacterias que se localizan en el tracto urinario.
Ya en 1933 se demostró en un estudio (Harding et al.) 5 en el que los participantes recibían una dosis oral única de 25 o 50 g de manosa, que la suplementación con manosa no afecta los niveles de glucosa o manosa en sangre, pero que sin embargo, sí se detectó manosa en la muestra de orina tomada 2 h después de la ingestión oral, lo que ratificaría sus efectos en el tracto urinario.
Además, varios experimentos in vitro y un ensayo en animales5, incluso a concentraciones tan bajas como 20 μg/ml, han demostrado que la D-manosa puede bloquear eficazmente la adhesión de E. coli uropatógena al tracto urinario, lo que reduce posteriormente el riesgo de infección urinaria. Hasta la fecha, se han publicado un total de 19 ensayos clínicos, siendo la mayoría de ellos estudios en los que se ha observado el efecto combinado de D-manosa con otros “nutracéuticos”, como el extracto de arándano o lactobacilos probióticos. De estos 19 estudios recogidos en la última revisión sistemática publicada al respecto5, 18 indican que la suplementación con D-manosa, sola o combinada con otros productos, podría ser beneficiosa en el tratamiento de la infección del tracto urinario. Y de estos 18 estudios, siete informan sobre su eficacia en el tratamiento de la infección urinaria crónica como aguda. Asimismo, un buen número de ellos informaron sobre la profilaxis en el tratamiento de la infección urinaria.
Como conclusión, la evidencia reconoce que la D-manosa puede ayudar a mejorar la tasa de recuperación clínica/sintomática de la infección del tracto urinario, a veces incluso más rápido que algunos de los antibióticos utilizados, y/o puede tener un potencial especial como profiláctico al disminuir el riesgo de la misma. Sin embargo, hasta la fecha no existen pautas comunes para la duración, la dosis y la combinación del tratamiento con D-manosa. Además, hasta el momento no se han aprobado declaraciones de propiedades saludables para el uso de D-manosa en infecciones urinarias en ninguna jurisdicción. Tal afirmación protegería al consumidor que busca autoayuda y brindaría confianza a los profesionales de la salud para recomendar la D-manosa como tratamiento alternativo o complementario.
Resumen de las propiedades de la D-Manosa según la ciencia
La D-Manosa es un azúcar natural que previene la adhesión en el epitelio del tracto urinario de la bacteria Escherichia Coli (E.Coli), principal implicada en las infecciones urinarias, evitando el contacto entre el microorganismo y el epitelio urinario y el posterior desarrollo de patologías como la cistitis. Así se demostró en un estudio publicado en marzo de 2022 5 en la revista científica Nutrition Journal, que además señala la seguridad de la D-manosa, así como la urgencia en encontrar un tratamiento alternativo para las patologías recurrentes, como puede ser la cistitis, debido a la resistencia a los antiobióticos.
El mismo estudio señala que la D-Manosa suele mostrar mejoras en los síntomas de la cistitis de manera rápida gracias a su alta absorción, a las 24 horas de la primera toma, pero se aconseja continuar con el tratamiento completo. Si no se observa mejoría, se puede valorar que el causante de la infección sea otro que la bacteria E. Coli.
Una revisión5 de 19 estudios sobre la D-Manosa demuestra que ésta es eficaz en la recuperación de los síntomas de las infecciones del tracto urinario, sola o en combinación con otros suplementos naturales para las vías urinarias como el arándano rojo o algunas cepas de probióticos, por eso se posiciona como un tratamiento natural efectivo para las cistitis recurrentes.
Formato y dosis de la D-Manosa para tratar la cistitis
Las investigaciones 5 indican que un nivel de dosis de 0,2 g/kg de peso corporal parece ser el límite superior para la ingesta diaria de manosa para un consumo a largo plazo, ya que las dosis más altas pueden causar trastornos gastrointestinales (diarrea, hinchazón).
De acuerdo a las conclusiones sacadas de esta completa y reciente revisión sistemática sobre la D-manosa5, y los efectos sinérgicos que ha demostrado ofrecer su combinación con probióticos lactobacilos y extracto de arándano rojo, podemos encontrar en el mercado productos novedosos que adaptan su composición perfectamente a estas conclusiones.
Ejemplo de ello es D-Manocist 50 g, de Sura Vitasan. Su inteligente fórmula combina buenas concentraciones de D-Manosa, extracto de arándano (107:1) y L. rhamnosus R0011; ofreciendo de esta forma un triple efecto antiadherente para inhibir el anclaje de E.Coli a las paredes del urotelio.
Con una rapidez de acción de 24h, D-Manocist reúne todas las condiciones necesarias para combatir de forma eficaz la cistitis recurrente, sin los efectos adversos que presentan los tratamientos antibióticos.
D-Manosa y arándano rojo americano (Vaccinium macrocarpon)
Como hemos comentado anteriormente, varios trabajos han permitido estudiar los beneficios del uso combinado de la D-manosa con otros compuestos con efecto preventivo frente a las infecciones recurrentes del tracto urinario, como el arándano rojo americano. En este caso, sus principales componentes activos, las proantocianidinas (PAC) de tipo A ejercen su efecto antiadhesivo sobre otro tipo de fimbrias, tipo P de la E. coli, por lo que el efecto antiadherente que evita la fijación de esta bacteria en las paredes del tracto urinario, multiplican su eficacia 6.
D-Manosa contraindicaciones y efectos secundarios
A pesar de los beneficios potenciales de la D-manosa en la cistitis, algunos estudios en ratones han demostrado que la suplementación prenatal con manosa causa letalidad embrionaria y defectos oculares entre los ratones supervivientes. En humanos, la seguridad y la tolerabilidad de un producto que contiene D-manosa se ha probado en el llamado estudio de diseño de dosis máxima tolerada (Efros et al. 2010 5]. Este estudio mostró que el producto que contenía D-manosa fue bien tolerado hasta 90 ml del producto de estudio (no especificando la cantidad de D-manosa). Pero cabe destacar que el ingrediente principal del producto era líquido de arándanos. Sin embargo, en los ensayos clínicos revisados anteriormente en los que se investigó la D-manosa como ingrediente activo único con una dosis diaria de entre 2 y 3 g, no se asociaron eventos adversos graves. Simplemente en el metanálisis realizado por Lenger et al. 5 se concluyó que la D-manosa se tolera bien con efectos secundarios mínimos, siendo solo un pequeño porcentaje de las personas estudiadas las cuales experimentaron diarrea. Es probable que la aparición de eventos adversos dependa de la dosis, ya que las dosis diarias que superan los 0,2 g/kg de peso corporal han señalado en esta revisión5 que pueden causar diarrea e hinchazón. También es importante mencionar que de acuerdo con estas conclusiones, en las personas diabéticas, el equilibrio de la glucosa en sangre podría verse alterado por la suplementación con manosa. Por tanto, la suplementación con D-manosa debe tenerse en cuenta y valorarse muy especialmente entre diabéticos y mujeres embarazadas por el médico especialista.
Por otro lado, se debe evitar el uso simultáneo de arándano rojo con anticoagulantes del tipo warfarina. Y aunque el arándano es bien tolerado y en los estudios 6 no se han descrito efectos adversos en el embarazo, en la lactancia no se conocen datos de seguridad, y podría tener una posible interacción con los cálculos renales. Se debe interrumpir la administración de un producto que contenga estos dos ingredientes si aparecen trastornos digestivos, empeoran o persisten más de 3 días. También si el paciente presenta náuseas, vómitos, fiebre, diarrea sanguinolenta, dolor abdominal severo o el sistema inmunológico comprometido.
Y para terminar, la D-Manosa puede ser utilizado por diabéticos, al ser un azúcar que apenas interfiere en el metabolismo de la glucosa, pero conviene consultar antes con un especialista, sobre todo si la persona se encuentra bajo tratamiento.
Otros consejos para tratar y prevenir la cistitis recurrente
Orinar antes y después de mantener relaciones sexuales.
De acuerdo a lo que hemos comentado, la actividad sexual aumenta considerablemente el riesgo de infección y posibilita que ciertos microrganismos no deseados queden alojados en la uretra.
Orinar con frecuencia.
El crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en la vejiga. Por eso, es recomendable ir al servicio cada dos o tres horas, aunque no tengamos ganas.
Beber un mínimo de 1,5 litros de líquido al día, ya que ayuda a que no se adhieran con facilidad las bacterias malignas en el tracto urinario.
Combatir el estreñimiento. Con el fin de evitar que los gérmenes no deseados puedan colonizar la uretra.
No permanecer con el bañador húmedo. Por el cambio de temperatura y de pH que sufre el tracto vaginal al estar en contacto prolongado con una superficie húmeda, que favorece la proliferación y migración de gérmenes hacia el mismo.
Utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas.
Las prendas demasiado apretadas o fabricadas con tejidos sintéticos favorecen la proliferación de microbios.
Reconsiderar el uso del diafragma, los tampones y la copa menstrual.
El diafragma puede presionar la uretra y dificultar el vaciado de la orina desde la vejiga, por lo que su uso está asociado a una mayor frecuencia de infección. Así mismo, los tampones y la copa menstrual no son aconsejables si la cistitis suele aparecer en el periodo premenstrual, ya que pueden favorecer la humedad, impedir la correcta expulsión de las bacterias y favorecer su colonización.
Usar jabones neutros en la limpieza de la zona íntima.
El uso de jabones con pH neutro evita la proliferación de bacterias en la vagina.
Otras ayudas naturales para hacer frente a la cistitis recurrente [6,7]
Hojas de Gayuba
Las hojas de Gayuba (Uvae ursi folium) han demostrado poseer actividad antiséptica urinaria y diurética. El arbutósido confiere propiedades antimicrobianas sobre el tracto urinario (se hidroliza por la acción de la flora bacteriana intestinal, liberando hidroquinona, que se elimina por vía renal, en forma de sulfato y glucurónido). Varios estudios han constatado que la orina de voluntarios sanos que han consumido arbutina o infusión de gayuba tiene actividad antibacteriana, por lo que esta alternativa también se puede considerar una solución eficaz para hacer frente a la infección por E. Coli. tras haber ajustado el pH de la orina a ocho (necesario para liberar la hidroquinona de sus conjugados) .
Rizoma de grama
El rizoma de grama (Graminidis rhizoma) ha mostrado también una actividad antiadherente frente a uropatógenos como Escherichia coli . Además, la Comisión E (Instituto Federal Alemán para Fármacos y Dispositivos Médicos) ha aprobado su uso para infecciones urinarias y prevención de las litiasis urinarias.
Conclusión
Elsexo femenino, la actividad sexual, el consumo de antibióticos, la incontinencia urinaria o los cambios hormonales propios en los diferentes ciclos de vida de la mujer, entre otros factores, pueden predisponer a las cistitis recurrentes. Dados los inconvenientes que presentan los tratamientos con antibióticos para este cuadro clínico, las personas que sufren de este tipo de infecciones se beneficiarían más de una alternativa sin antibióticos. Para el tratamiento de las cistitis agudas, es probable que en la práctica clínica los antibióticos sigan siendo la primera opción, sabiendo que si son combinados con D-manosa puede aumentar el éxito del tratamiento. Sin embargo, para la profilaxis en la reducción de las cistitis recurrentes, la D-manosa parece tener un gran potencial con efectos secundarios mínimos, evitando los efectos negativos que provocan los antibióticos en la microbiota, como las disbiosis intestinales o la resistencia a los antibióticos por parte de los patógenos del tracto urinario, lo que provocaría mayor probabilidad de sufrir recidivas.
El panorama general de los estudios preclínicos y clínicos con D-manosa en el tratamiento de las infecciones crónicas de orina es favorable, como se analiza en este artículo, además de presentar efectos potenciados cuando se encuentra combinado con otros nutracéuticos, tales como el extracto de arándano rojo americano o diferentes cepas de probióticos de la especie Lactobacillus. También se ha demostrado que la D-manosa es relativamente segura y bien tolerada. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el consumo de una combinación de D-manosa con otros ingredientes debe ser supervisada por un especialista, ya que ofrecen contraindicaciones por separado muy dispares, que en conjunto no se han podido observar con claridad en los estudios publicados hasta este momento.
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