Salud Natural
Cansancio extremo por fatiga crónica: 5 tratamientos naturales y cómo funcionan
Cansancio extremo por fatiga crónica: 5 tratamientos naturales y cómo funcionan
Combinar las medicinas convencional y natural para controlar el síndrome de fatiga crónica ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida de los afectados.
En la sociedad de la prisa y el estrés el cansancio va minando el terreno de forma solapada. Para la mayoría de personas solo es un problema pasajero, que se resuelve bajando el ritmo. Pero para otras el cansancio extremo supone una dolencia incapacitante que no puede solucionarse con la medicina convencional. Te contamos cómo puede ayudarnos la medicina natural cuando se sufre el síndrome de fatiga crónica.
SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA: QUÉ ES Y CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS
El llamado síndrome de fatiga crónica (SFC) se caracteriza por una fatiga intensa que no remite tras el descanso y que empeora con la actividad física o mental.
El desconocimiento de esta enfermedad obligó en 1994 a esbozar una sintomatología excluyente, aún en vigor, que facilitase su diagnóstico. Así, se considera enfermo de SFC a quien sufre fatiga crónica grave durante al menos seis meses (descartando otras causas que puedan provocarla) y que padezca cuatro o más de los siguientes síntomas:
dolor de garganta,
infecciones persistentes,
ganglios linfáticos inflamados o dolorosos,
cefaleas,
dolor muscular o articular,
deterioro de la memoria o la concentración,
aumento de la necesidad de sueño,
trastornos del apetito
y agitación nerviosa.
Se calcula que un millón de españoles lo padecen, si bien esas cifras suelen incluir a los enfermos de fibromialgia, una enfermedad relacionada pero distinta.
SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA Y FIBROMIALGIA: NO SON LO MISMO
La fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica son dos enfermedades diferentes pero que pueden tener una forma de presentación y una sintomatología muy similares, por lo que pueden confundirse.
A diferencia del SFC, que no tiene una sintomatología precisa que permita un diagnóstico demostrable, la fibromialgia se basa en la presencia de dolor muscular generalizado, con hipersensibilidad o dolor agudo en 11 o más de los 18 puntos que la OMS especificó en 1993 como método para identificarla, y que están ubicados principalmente en las cervicales, hombros, parte superior del tórax, cadera, rodillas y antebrazos.
Los afectados de fibromialgia y de SFC tienen en común la falta de apoyo social, uno de los problemas que hace más difícil de sobrellevar su enfermedad.
¿QUÉ PROVOCA EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA?
No se descarta que la aparición del SFC se produzca por una única causa, si bien puede constituir el punto final de un cúmulo de factores, como estrés, toxinas, infección vírica y otros cuadros traumáticos transitorios.
Y se apunta a una posible disfunción inmunitaria (muchos enfermos tienen los niveles de defensas bajos), siendo su cansancio un síntoma de un bloqueo energético general.
También parece plausible que haya un desequilibrio en la serotonina asociado al síndrome de fatiga crónica.
CANSANCIO EXTREMO POR FATIGA CRÓNICA: CONSEJOS PARA SOBRELLEVARLO
Ante la aparición paulatina de algunos de los síntomas que definen el síndrome de fatiga crónica es importante acudir al médico de cabecera para descartar otras posibles causas de ese malestar general persistente. Además, estos consejos pueden ayudar:
No superar los límites: Conviene tomar conciencia de que el cuerpo tiene unas limitaciones. Forzarse o entrenarse cuando se está cansado sólo emperora la situación.
Es físico y psicológico: Para establecer su origen es adecuado consultar paralelamente las medicinas convencional y natural, y combinarlo con terapia psicológica.
Dieta y hábitos saludables: Una dieta saludable, variada y equilibrada mantiene el buen funcionamiento del organismo. Asimismo los hábitos de vida que respeten el ritmo natural del cuerpo y de la mente para que fluyan con su entorno contribuyen a potenciar la salud física y mental.
Las reservas de energía suelen agotarse antes de que empiecen a aparecer los primeros síntomas del síndrome. Por eso es imprescindible revisar el estilo de vida, los factores estresantes y aquellos hábitos que puedan contribuir a ese desgaste energético.
La suplementación puede mejorar el cuadro clínico. En el caso del SFC se recomienda tomar el doble de las cantidades diarias recomendadas de los siguientes compuestos: betacaroteno (provitamina A), complejo vitamínico B, vitamina C y cinc, en dosis fraccionadas entre el desayuno y la merienda.
La fitoterapia puede resultar una ayuda eficaz. La equinácea refuerza el sistema inmunitario y el ginkgo favorece la circulación sanguínea.
Cuidado con la medicación, ya que ciertos fármacos permeabilizan el intestino y pueden generar el desarrollo de una alergia alimentaria.
CANSANCIO EXTREMO POR FATIGA CRÓNICA: TRATAMIENTO NATURAL
La medicina alopática solo trata los síntomas. Se recetan antidepresivos y somníferos para levantar el ánimo y conciliar el sueño. También antiinflamatorios, analgésicos y complejos vitamínicos, pero muchos enfermos son hipersensibles a los fármacos químicos, en especial los que afectan el sistema nervioso central.
Este artículo recoge el testimonio de 5 personas con fatiga crónica que han mejorado su calidad de vida gracias a diversas terapias naturales. Estas son sus experiencias.
1. NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR: LA DIETA CONTRA LA FATIGA CRÓNICA
Inés González tiene 52 años y es enfermera de cirugía local. El año pasado le confirmaron el síndrome después de ocho años de padecerlo. Hasta entonces pasó por muchos médicos.
"No hay especialización ni unidades de diagnóstico. Te tratan parcialmente por la sintomatología de los órganos", explica.
El neurólogo le diagnosticó migrañas mixtas y cefaleas y le recetó flurpax para el dolor y antidepresivos como frosinor, triptizol y valium.
El especialista del aparato digestivo le recetó omeprazol, un protector gástrico, para una hernia de hiato y cidini y motilium para los síntomas del colon irritable.
Después de tres años de medicarse, en la última endoscopia, todos estos síntomas habían desaparecido.
Asimismo tuvo lumbalgias y cervicalgias reincidentes que eran tratadas con antiinflamatorios y relajantes musculares como yurelax y diazepan. Pero nadie le daba remedio para un cansancio terrible que no cesaba.
Inés conoce las medicinas alternativas. Probó con masajes, técnicas de relajación, reiki, acupuntura... sin resultados.
Hace tres años, una terapeuta le recomendó un preparado de oligoelementos con el que obtuvo una mejoría notable del cansancio, dolor y estado de ánimo.
"Pedí a estos laboratorios que me mandasen información sobre la nutrición ortomolecular y me ofrecieron asesoramiento y unas pautas dietéticas y de suplementación. En dos meses, conseguí una mejoría en la vitalidad que hacía diez años que no experimentaba".
No los cambia por nada: "los suplementos aumentan las defensas, equilibran mis sistemas nervioso y digestivo y limpian el hígado de tóxicos. Ya no tomo medicamentos que, por otro lado, no tolero porque padezco todos los efectos secundarios que vienen en el prospecto".
Inés se lamenta de que el síndrome sea una enfermedad fantasma.
Ella envió sus análisis a Bélgica, donde los sometieron a la prueba de la ribonucleasa y comprobaron que había una actividad anómala de este enzima en el sistema inmunitario, algo común a todos estos enfermos. Esta prueba le sirvió para que el juez le diera su pensión de invalidez.
Pese a los complementos, hace más de un año que sufre un deterioro orgánico completo. "Lo que para alguien sano es una jornada normal para nosotros es algo agotador que puede postrarnos en una cama durante meses".
El presidente de la Asociación Española de Nutricionistas y Terapeutas Ortomoleculares, Felipe Hernández, explica que "la estrategia ortomolecular desarrolla un enfoque global, incidiendo en la desintoxicación celular, y potencia el sistema inmunitario. Además, es partidario del apoyo psicológico, el ejercicio y la corrección alimentaria".
Así se recomienda seguir una dieta vegetariana, exenta de alimentos lácteos y aditivos alimentarios.
Además, se recetan aminoácidos para desintoxicar el hígado; prebióticos para la higiene intestinal; citratos y carbonatos para el control del pH; y sustancias fitonutricionales, que combatan la acción de parásitos y bacterias.
Vitaminas y minerales, combinados con zumo de aloe vera y equinácea, contribuyen también a reforzar las defensas.
2. MEDICINA TRADICIONAL CHINA (MTC) EN CASOS DE FATIGA CRÓNICA
Dolors García de 29 años es quiromasajista. Hasta hace siete meses trabajaba en un centro de medicinas alternativas. Llevaba ocho años en la empresa y su ritmo de trabajo en los dos últimos era intenso. El verano pasado se sintió al límite.
"Me dio un bajón increíble. No tenía fuerzas para hacer nada. Tenía mucho sueño pero no podía dormir y sufría crisis de ansiedad constantes. También me encontraba muy triste. Así estuve durante cinco meses", recuerda.
El médico le explicó que su agotamiento se debía a un cuadro de depresión y ansiedad. Le dio la baja laboral y le recetó unas pastillas, alprazolam 0,25 mg, que todavía toma cuando le sobreviene alguna crisis.
En casa se acentuaban más los síntomas y no mejoraba, por lo que hace tres meses decidió visitar a Josep Carrión, terapeuta de medicina china, para intentar indagar en su problema.
A través del diagnóstico de Carrión descubrió que los síntomas de fatiga crónica como el cansancio, el insomnio y la tristeza eran consecuencia de la ansiedad emocional que Dolors padecía.
Con las primeras sesiones de acupuntura, Dolors ya manifestaba reacciones que le servían para desvelar detalles de su pasado, poner orden en sus sentimientos y aprender a expresarlos.
"Cuando sufres estos vaivenes emocionales, es difícil hallar la causa. Hay que ver qué emoción aflora, potenciarla y darle una explicación. Ser consciente de que están ahí y vivirlas, aunque sean negativas".
Después de tres meses de tratamiento, Dolors se siente mejor. "Antes necesitaba descansar de forma continua. Ahora, aunque no me siento del todo bien, puedo mantener un ritmo más o menos normal. Pero confío plenamente en que el tratamiento me ayude. Sé que si no hubiera acudido a la medicina china, la cosa habría ido a peor".
Para Josep Carrión el SFC denota una clara insuficiencia de energía. "En medicina china los síndromes básicos que se asociarían con la dolencia son insuficiencia de chi de bazo y de pulmón. Esta insuficiencia puede acabar arrastrando al riñón y al hígado.
Una persona que haya gastado mucha energía y viva en condiciones que le predisponen al estrés o a la depresión puede tener un estancamiento energético del hígado, generando insuficiencia, lo que aumenta el estrés, la depresión ... el hígado se bloquea y, en consecuencia, el bajón energético va a más. "Es un círculo vicioso", explica.
En medicina china cada órgano se asocia a una emoción y la represión emocional incrementa los síntomas y la pérdida de energía, que pueden convertirse en crónicos.
El tratamiento consistió en aplicar ventosas, filtros y láser sobre puntos de acupuntura.
"En Dolors el hígado estaba bloqueado de retener emociones y el bazo presentaba una insuficiencia energética importante. En dos sesiones su energía se restableció y su fatiga desapareció; las palpitaciones lo hicieron en tres sesiones. Ahora hay que acabar con la alteración emocional, que permanece después de tres meses de tratamiento", apunta Carrión.
3. MICROGIMNASIA: EJERCICIOS PARA LA FATIGA CRÓNICA
Maria Angeles Ortiz tiene 44 años y es administrativa. Hace dos años le diagnosticaron el síndrome. Hasta entonces no sabía qué le pasaba.
Estaba muy cansada, nerviosa y apenas dormía. Fue entonces cuando empezó un largo peregrinaje por psicólogos y psiquiatras. Los diagnósticos tampoco le sacaban de dudas.
En general, pensaban que su sintomatología era la consecuencia de somatizar la soledad que, dicen, padecía. Le recetaron tranxilium, serosat y trankimazin para los síntomas de ansiedad y depresión. Pero María Ángeles seguía muy cansada y con el sistema nervioso fuera de control.
"Llega un momento en que no te fías ni de ti misma. Todos dicen que no tienes nada". También tuvo problemas en el trabajo. "En varias ocasiones, la mutua me forzó a trabajar. Lo peor fue cuando, incapaz de hacerlo, me dio un ataque disociativo y acabé en el psiquiátríco".
Otra persona con el síndrome le sugirió que quizá tenía esta enfermedad. En la clínica de la Vall d'Hebron (Barcelona) se lo confirmaron.
Como tenía muchos dolores de espalda, hacía rehabilitación y había visitado quiroprácticos y osteópatas sin resultados. En una de las bajas, cayó en sus manos un libro de Antoni Munné sobre microgimnasia. Se fue para su centro y empezó a practicar esta técnica.
"En tres meses desarrollé una conciencia corporal increíble. Antes solo tenía dolor. En medio año crecí 2 cm y me quité las plantillas que llevaba desde los 14 años".
Después de cinco años practicando esta técnica, María Ángeles ha conseguido regular su cansancio, estar más ágil y vital y reducir en parte el dolor. "El problema del síndrome es que no te mueves porque estás cansada y rígida. Pero al no hacer nada, todavía tienes más rigidez y más dolor", razona.
Ahora sólo se medica con seropran para la depresión y toma homeopatía, plantas y flores de Bach para el resto de sus síntomas.
La microgimnasia está incluida en el sistema terapéutico ARC (Análisis y Restauración Corporal), creado por Antoni Munné basándose en los principios del método Mézieres.
En su página web se explican ciertas posturas y micromovimientos sencillos que mejoran la flexibilidad y el tono muscular, disminuyen las tensiones y restablecen la vitalidad. María Ángeles ahora también es profesora de la técnica y da clases desinteresadas a todos los socios con fatiga crónica que lo deseen.
"Los compañeros están contentos porque perciben cambios en su cuerpo y en su vitalidad. Es ideal para ellos porque no requiere gran esfuerzo y se realiza en el suelo. Los pequeños estiramientos musculares combinados con la respiración solo precisan concentrarse en sí mismos y les ayudan a respirar mejor, soltar la rigidez, oxigenar las células y relajarse".
4. SOFROLOGÍA Y FATIGA CRÓNICA
Maribel Arias trabajaba de noche hace siete años cuando empezó a encontrarse mal. "Al llegar a casa, las manos y los pies se me quedaban agarrotados. Los médicos me decían que era el síndrome del túnel carpiano".
Poco después, le diagnosticaron artritis reumatoide y le recetaron metotrexate, una medicación muy fuerte para el dolor. Pero cada vez iba a peor.
"En cuatro meses apenas andaba y cada vez que me paraba me sobrevenía una sensación de parálisis". En un electrocardiograma le salió una polineuropatía sensitivo motora (esclerosis múltiple), pero el neurólogo lo descartó porque había reflejos. Las pruebas se sucedieron.
"Así estuve dos años y medio. Me gasté mucho dinero en médicos. Pasé un par de años angustiada porque no sabia lo que tenía. Me llegaron a decir que era una persona muy sensible y que me creaba yo la enfermedad".
Hace cuatro años leyó un artículo que relataba la experiencia de una persona que sufría SFC y, mientras lo hacía, sintió que "esa persona era como si fuese yo".
Maribel tuvo la suerte de que, por esos días, visitaba la unidad de fatiga crónica de un hospital de Barcelona un reputado especialista en la materia de Houston. Su valoración agilizó el diagnóstico.
Maribel ya practicaba técnicas de relajación cuando leyó algo sobre la sofrología y decidió probar. Su experiencia no pudo ser mejor: "Al principio de cualquier enfermedad crónica es dificil tener una actitud positiva, pero con voluntad, ilusión y apoyo se puede conseguir."
"Vivo con limitaciones pero doy gracias a la vida por estar viva. Mi dolencia a nivel anímico ha mejorado y físicamente lo llevo mejor".
Apenas toma medicación, "solo un antidepresivo que me ayuda a calmar el dolor, mantener el ánimo y dormir, pues con el SFC se pierde la fase REM del sueño".
El sofrólogo Koen van Rangelrooy opina que puede haber un componente psicosomático en el síndrome. También cree que "el estrés crónico puede influir negativamente en el desarrollo de la enfermedad".
Y es aquí donde la sofrología puede actuar por medio de técnicas corporales y mentales que ayuden a llevar a una existencia más equilibrada y a potenciar el sistema inmunitario para prevenir una posible recaída.
Según Koen, con esta práctica "las personas integran su pasado en el presente y son capaces de programar de forma positiva el futuro sin dejarse llevar por los factores externos".
5. HOMEOPATÍA PARA LA FATIGA CRÓNICA
Cristina tiene 43 años, trabaja como contable y atiende a los afectados de forma voluntaria en la Asociación Catalana de Enfermos de Fatiga Crónica.
Desde pequena sabía lo que era sentirse agotada. Al crecer, aprendió a poner excusas para no salir. "De forma inconsciente hacía lo que podía para sobrevivir", nos cuenta.
Hace 13 años tuvo su primer hijo y, con él, la primera crisis. "Mientras no tienes hijos, encuentras tiempo para compaginar trabajo y descanso. Pero cuando los tienes, debes estar por ellos día y noche. Me agotaba y empecé a enfermar".
Resfriados, gripes y más adelante una neumonía atípica. En otras dos ocasiones la hospitalizaron por enfermedades relacionadas con su aparato locomotor y el sistema inmunitario.
En ambos casos la prescripción farmacológica fue extensa y poco efectiva. "Los médicos no entendían por qué mi sistema inmunitario no funcionaba". Optó entonces por la homeopatía.
Lleva siete años de tratamiento, pero se siente mucho mejor. Pese a todo, Cristina se lamenta de la incomprensión que sufren: "muchos escondemos que tenemos esta enfermedad".
Ella dejó su trabajo y no ha solicitado ninguna pensión. "En las dos unidades de SFC de la Seguridad Social el tiempo de espera es de ocho meses a dos años y, después, para obtener resultados, de tres a seis meses. Algunos médicos no la consideran invalidante y la inspección te pone a trabajar".
Anna Bergós, su homeópata, aboga por aunar las medicinas convencional y alternativa y es partidaria de buscar la causa, que puede ser por una bajada de defensas que reactive una infección anterior de citomegavirus (CMV) y virus de Epstein-Barr (EBV).
Esta bajada puede relacionarse con el estrés. Por eso, ademas de la homeopatía clásica, también recurre a la microinmunología, que prescnbe un tratamiento con disoluciones infinitesimales como las de la homeopatía.
Fuente: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/tratamientos/cansancio-extremo-por-fatiga-cronica_10995
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