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Esta semana, algunos vecinos del barrio Valle del Sol dieron alerta sobre la presencia de grandes máquinas realizando tareas de movimientos del suelo en el terreno donde se pretende construir el proyecto hotelero-gastronómico Cauma, que afecta a las reservas naturales urbanas Morenito Ezquerra y El Trébol.
Durante el 2024, las diferentes juntas vecinales del oeste solicitaron al ejecutivo municipal que deje sin efecto la resolución Nro 303-1-23, firmada por el anterior intendente Gennuso, en los últimos días de su mandato, para la autorización de un megaproyecto hotelero.
Según sostienen los vecinos, tanto los planes de manejo como el código urbano y el plan del Oeste no están siendo respetados para la construcción en la parcela 19 - B -008- 01, con un área de 61.077,80 m2.
En diálogo con ANB, María, referente de los vecinos en defensa de las reservas naturales, describió la situación que se vive en la zona.
“Esto es directamente destrucción. Están reventando un morro de piedra que se ve desde la playa del lago Moreno, en el cual quieren construir el hotel. El ruido es tremendo y están deforestando muchos árboles en la reserva urbana. No respetan nada. Tendremos que llamar a la Policía o a Defensa Civil”, expresó.
La lucha de los vecinos data del año 2020, y a pesar de haber presentado más de 50 notificaciones y planillas con más de 300 firmas para oponerse al avance del proyecto hotelero, alegan que aún no han recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades de las diferentes gestiones municipales. Afirman que no solo se respeta la normativa de la reserva natural, sino que no existen instancias de consulta y participación ciudadana, como lo indica el Plan del Oeste.
Además, aseguran que el camino de ingreso al predio no está definido, y lo comprendido en el proyecto es una servidumbre de paso vecinal, la de Carmelitas Descalzas en el km 19, que no soportaría el tránsito de los huéspedes, proveedores, empleados del hotel y menos el de los clientes del restorán de 100 cubiertos, que se ubicaría en una zona de alta fragilidad como lo es el humedal que atraviesa esta chacra.
“Cauma tiene un ingreso por la calle Carmelitas Descalzas, que en realidad es una servidumbre de paso prestada a los vecinos del área, porque no hay calle pública; tiene por momentos 4 metros de ancho. O sea, que si se produce un incendio en el lugar, no hay puntos de evacuación. Por eso, exigimos que también se presente un plan de manejo del fuego”, indicó María.
Desde la Secretaría de Planeamiento confirmaron que existe una licencia para construir en esa zona y que se autorizó desde la Dirección de Bosques el apego de algunos árboles para la obra. A su vez, anticiparon que se presentará ante el Concejo Deliberante un informe detallado del impacto ambiental y la ejecución de la construcción, con el asesoramiento de la Dirección de Obras Particulares.