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Un año después, el fiscal cree que hay policías tras el crimen de Muñoz
El oficial ayudante Lucas Muñoz salió de su domicilio, ubicado en el centro de Bariloche, después del mediodía del 14 de julio de 2016. Subió a un colectivo para ir a trabajar a la comisaría 42 del barrio 2 de Abril, donde cumplía funciones en la mesa de entradas. Pero nunca llegó. Desapareció sin dejar huella. Durante 27 días se lo buscó sin éxito. Hallaron su cadáver el 10 de agosto pasado con un tiro en la nuca. El homicidio de Muñoz provocó una crisis que golpeó de lleno al gobierno provincial y a la Policía de Río Negro. Un año después, aún no se sabe quién mató a Muñoz.
El fiscal Martín Govetto, a cargo de la investigación, dijo ayer que hay “entre veinte y treinta personas que están siendo investigadas” y que siguen “dos o tres hipótesis”. Aclaró que no hay imputados en la causa. “No se formularon cargos respecto a ninguna de esas personas”.
–¿Por qué no se esclareció? –preguntó “Río Negro”.
–Porque los que lo planearon son gente con mucha capacidad, con mucho apoyo, gente que lo preparó, gente que lo ideó, que lo ejecutó y todavía no sabemos para qué –respondió.
Govetto explicó que para la investigación se contó con todos los recursos y especialistas. “Así y todo no se pudo conseguir ninguna evidencia que permita vincular a los autores. La gente que lo hizo estaba perfectamente preparada, tuvo tiempo de planificarlo, de ejecutarlo y y de saber cómo actuar para no dejar evidencias”, sostuvo.
Dijo que de acuerdo con los informes de los perfiles de criminología, “lo más probable es que Lucas haya sido seleccionado, buscado en función de ciertas particularidades y vulnerabilidades que tenía. No porque él haya estado involucrado en algo ilegal”.
“Se examinó todo y no encontramos nada ilegal que nos haga presumir que él pudo haber estado vinculado con una banda o alguna organización o con alguna actividad delictiva”, aseguró.
Govetto dijo que tienen hipótesis de quiénes pudieron haber secuestrado y asesinado a Muñoz. Está convencido de que se trató de un secuestro extorsivo “para darle un mensaje a alguien. No sé a quién: si a un político, al poder policial o algún otro poder que nosotros todavía no vimos”, indicó.
“Hubo una negociación con alguien antes de que lo mataran. Para eso lo tienen 25 días vivo porque estaban negociando algo. Estamos trabajando con eso”, reveló.
Las hipótesis son que Lucas fue víctima de una interna policial o de una interna de poder más allá del ámbito policial y tampoco está descartada la posible vinculación con el narcotráfico, aunque el fiscal admitió que es la que menos fuerza tiene.
“Sospechamos que dentro de las personas que participaron (del secuestro y homicidio) pudo haber personal de alguna fuerza de seguridad, que son los que tienen conocimiento técnicos de esto”, aseguró. Esa es la principal hipótesis.
Para Govetto hay un pacto de silencio que en un año no se pudo romper. “Estoy convencido, no lo puedo probar, que hay integrantes de la Policía de Río Negro que tiene conocimiento de lo que pasó con Lucas”, afirmó.
A un año, la investigación no determinó donde estuvo secuestrado. “Suponemos que es una zona de acá de Bariloche, que no debe ser muy lejos del lugar donde lo tiraron por el riesgo que pudo haber implicado trasladar el cuerpo”, señaló.
Govetto recordó que el cuerpo lo tiraron el 8 de agosto pasado en un descampado en las afueras de Bariloche. El cadáver lo encontraron dos días después.
Dijo que un nuevo estudio de la Corte Suprema confirmó que el disparo en una pierna “tenía al menos 21 días de evolución”. Los forenses de la Corte habían establecido que a Muñoz lo asesinaron, entre las 12 del 7 de agosto y las 12 del día siguiente.
Explicó que el forense de Gendarmería que advirtió la herida en la pierna concluyó preliminarmente que era contemporánea al tiro en la nuca, porque había sangrado. Pero Govetto señaló que un especialista en huesos de la Corte hizo un estudio mucho más profundo y concluyó que la herida tenía una evolución de 21 días. Tal vez Muñoz intentó escapar o le dispararon en la pierna como para tenerlo inmovilizado. Govetto admitió que no lo saben. Cree que usaron el arma de Muñoz para herirlo.
Suponen que lo ejecutaron con su arma reglamentaria, pero no lo pueden comprobar porque no hallaron restos de plomo en la cabeza de la víctima.
Afirmó que está descartada la hipótesis del congelamiento del cuerpo, que fue una presunción del juez Bernardo Campana.
Hoy a las 17 se recordará a Lucas Muñoz con una marcha que arrancará en Onelli y 25 de Mayo, en el Alto de Bariloche.
Weretilneck pide que Govetto informe
“Habríamos querido llegar este año con el esclarecimiento con los autores intelectuales y materiales detenidos y que la familia tenga un reclamo de justicia pero por lo menos sabiendo por qué y quiénes fueron”, afirmó ayer el gobernador Alberto Weretilneck. “Pero más que yo, el que tiene que explicar el avance de la causa, si hay más responsables o no hay es el fiscal de la causa”, indicó.
“Nosotros le planteamos al fiscal y solicitamos el gobierno nacional, para una mayor claridad, el apartamento de la Policía de Río Negro, que se apartó por decisión del gobernador”, sostuvo Weretilneck. Respecto a la situación de los jefes policiales y oficiales suspendidos, Weretilneck afirmó que “hoy no están más en la Policía”.
Recompensa
$ 1.000.000
es la recompensa que ofrece el gobierno provincial al que aporte datos seguros sobre el crimen del policía.