Ideal para mochileros: acampar a orillas del lago Espejo Chico

 Un litigio judicial que involucra a Parques Nacionales y dos partes de una misma familia, hicieron que durante casi dos temporadas de verano los turistas y residentes no pudiéramos acampar en el lago Espejo chico -conocido por los pobladores como el "Espejito"- uno de los hitos obligados de cualquier mochilero y un punto de encuentro de la familia angosturense.

Desde el 3 de febrero y hasta el 30 de abril se abrió una especie de "tregua" y el camping fue habilitado nuevamente.

El ingreso al camping y al lago se encuentra a unos 20 km de Villa La Angostura, unos metros después del puente del río Ruca Malén, circulando por la ruta 40 en dirección Villa La Angostura -San Martín de los Andes.

Se recorre un tramo de ripio y a la izquierda acompañando el camino por momentos serpentea el río que desemboca en el puente Ruca Malén y que conecta el lago Espejo con el lago Correntoso.

Como en los otros lagos del circuito, cualquier rincón donde uno se acomode brinda una vista natural maravillosa.

Se puede acampar en dos sectores distintos. Cada parte de la familia explota un área del camping.

Históricamente el camping de la izquierda con vista al arroyo funcionaba más como camping de mochileros, y de hecho tiene un fogón central que oficia como centro de reunión nocturno. El de la derecha, sobre la costa del lago Espejo Chico, es considerado más familiar.

La realidad es que tanto el de la izquierda como el de la derecha son familiares. La diferencia quizás es que en el de la izquierda, si eventualmente se forma un fogón y guitarreada hasta altas horas, hay que soportarlo o mejor aún, sumarse.

El Espejo Chico comparte con el Espejo Grande (vecino) una gran ventaja comparativa respecto del resto de los lagos de la zona: la calidez del agua. En verano la temperatura invita a la zambullida y permite pasar un buen rato en el agua, ya sea en el lago como en el arroyo.

Si no hay viento, para aquellos que tienen kayak o sit on top el lugar es ideal para remar bordeando la costa o remontar el río. También, si se animan a una travesía más larga, de unos 40 minutos de remo de ida y otro tanto de vuelta, no dejen de visitar el pequeño arroyo que conecta el Espejo Chico con el Espejo grande, ubicado al otro extremo del lago.

Justo al fondo se abre un pequeño curso de agua tranquilo, rodeado de un frondoso bosque y abundante vegetación selvática. El agua cristalina y por momentos color esmeralda, permiten ver gran cantidad de troncos hundidos y poco habitual vegetación acuática.

El escenario recuerda a un manglar, pero sin los cocodrilos o animales silvestres al acecho. Lo único que se ve de vez en cuando, es alguna trucha desprevenida.