Noticias de hoy
Duendes barilochenses: de Antu Ruca a Buenos Aires y la posibilidad de transformarse en dibujos animados
Son duendes, duendes del sol.
Duendes, Pappo.
En Buenos Aires hablan de la presencia de duendes…
Para más datos, afirman que son patagónicos.
Según parece, se colaron dentro del equipaje en un vuelo que partió desde Bariloche.
En tal sentido, los trascendidos sugieren que, puntualmente, se metieron en las valijas de dos alumnas y una profesora de la escuela Antu Ruca.
Lee también: Dos alumnas y una profesora de la escuela Antu Ruca fueron distinguidas en concurso literario nacional
Las estudiantes en cuestión son Nicole Tagle Torres, de cuarto año de secundario, e Ivanka Lastra Salas, de tercero; la docente, Ornella Garoni.
Sucede que ellas, tras ganar un concurso literario, viajaron a tierra porteña.
El certamen estaba enmarcado en la cuarta edición del proyecto “Alumnit@s, Argentina te escuchamos”, iniciativa de la productora El Otro Kamino (EOK), donde estudiantes de todo el país enviaron textos que, en caso de ser seleccionados, pasaban a tener la posibilidad de transformarse en historias animadas. Cabe recordar que, el año pasado, el producto se transmitió por Canal 9 y en 2024 obtuvo el Martín Fierro a mejor programa juvenil.
¿Saben cómo se llamó la narración que les valió a las representantes barilochenses quedarse con el podio en la zona patagónica?
¡¡¡“Una leyenda de duendes”!!!
Y, claro, parece ser que esos seres de los bosques sureños dijeron: “Si ganaron con un cuento que habla de nosotros, lo justo es que nos lleven”.
Así que eludieron la vigilancia aeroportuaria y se introdujeron en las maletas.
Se desconoce el número exacto de duendes que lograron filtrar los escáneres del aeropuerto, aunque se mencionan cifras de dos dígitos…
En cualquier caso, el asunto es que estas criaturas de la Patagonia llegaron sin boleto a Buenos Aires y, allá, también se filtraron en las excursiones que realizaron las representantes de Antu Ruca.
Porque Ornella y sus alumnas, con el galardón (que incluye una computadora para la escuela), obtuvieron el pasaje para visitar el bioparque Temaikèn (en Escobar), el teatro Colón, la cancha de River e incluso el Barrio Chino.
Además, estuvo el acto de premiación, con la conducción de Iván de Pineda, como así también una noche de gala, karaoke incluido.
Fueron sólo tres jornadas en Baires (dos noches), pero las horas se estiraron para que pudieran completar todas las propuestas.
Eso sí, los duendes se pusieron algo celosos, porque en el vuelo de ida, por los altoparlantes de la aeronave, la azafata comentó que las chicas viajaban en avión por primera vez y nada más ni nada menos que para recibir un premio por un certamen literario nacional… Y los gnomos, en la bodega, estaban indignados: “¿Y nosotros en qué lugar quedamos en este asunto?”, cuestionaban, mientras los pasajeros rompían en un gran aplauso dedicado a las jóvenes.
Nikole e Ivanka, justamente, en Buenos Aires disfrutaron junto a Ornella de todos los paseos, pero las chicas también se sorprendieron con cosas que en Bariloche no se ven. Por ejemplo, los kioscos de revistas ubicados en las veredas; asimismo, supieron lo que se siente viajar en subte (concretamente, en la línea B).
Y todo eso, acompañadas por miembros de la producción de “Alumnit@s, Argentina te escuchamos” y estudiantes de diversas partes del país, varios de ellos pertenecientes a instituciones educativas rurales, ubicadas en zonas alejadas, donde ni siquiera cuentan con una ruta cercana.
“Se generó un clima hermoso, de fraternidad, que quizá desentonaba con las corridas y apuros de la gran ciudad; estábamos como en una burbuja”, explica Ornella, quien sonríe al decir que, en Antu Ruca, “ahora todos se quieren anotar para participar en el concurso del año siguiente”.
“¡Los chicos de la escuela están revolucionados!”, exclama, a la vez que destaca lo relevante que ha sido la distinción para la entidad escolar de gestión social.
Nicole, en tanto, expresa: “¡La pasamos genial! Conocimos a muchas personas y realizamos varias excursiones; fue algo único”.
Por su parte, Ivanka señala: “Se trató de una experiencia totalmente nueva, muy hermosa; me siento afortunada de poder haber vivido algo así con mi profe Orne y con Nicole”.
El texto con el que las representantes de Antu Ruca triunfaron refiere a una historia donde la intromisión de un turista que traspasa los límites establecidos sentencia el futuro de un par de duendes.
De esa manera, se advierte sobre la peligrosidad que encierra la interferencia humana cuando se actúa de manera incorrecta frente a la naturaleza, representada en la narración, metafóricamente, por esos seres de los bosques.
A todo esto, debe resaltarse que es factible que “Una leyenda de duendes” tome vida en dibujos, quizá para un episodio televisivo del proyecto. “Nos contaron que es posible que el cuento se haga en animación”, indica precisamente Nicole.
Tal vez porque no quieren perderse la experiencia de transformarse –vía el programa televisivo– en émulos de los enanitos de Blancanieves en versión sureña, o –como se comenta– porque se hicieron amigos de unos cronopios afrancesadamente porteños, los duendes evitaron reingresar en las valijas para retornar a Bariloche y se quedaron en Buenos Aires.
Entonces, no debería resultar extraño que, en los noticieros nacionales, en los próximos días, comiencen a pasar noticias de unos seres extraños que deambulan por la city, toman café en La Biela, miran vidrieras en Florida, husmean librerías en la avenida Corrientes, pasean por San Telmo, buscan precios en el Once o se arriman a Puerto Madero…
Mientras tanto, es probable que, aún si eso sucede, la cuestión, en Antu Ruca, pase desapercibida. Porque, en la escuela barilochense, lo que importa y seguirá importando es que dos alumnas y una profesora ganaron un concurso literario, viajaron a Buenos Aires y… en fin, todo eso.