Cuenta regresiva para que emprendimiento de “alimentación consciente” de Bariloche participe en final internacional

 Al ingresar a la Escuela de Hotelería y Gastronomía de Bariloche, por estos días, se aprecia cierto nerviosismo… del bueno.

Falta poco para que alumnos de sexto primera partan hacia Montevideo, Uruguay, para participar de la final del concurso Company of the Year (COY), de la fundación Junior Achievement.

Justamente, esa ONG fue la que impulsó, a través de un programa denominado Aprender a emprender, dos proyectos en la institución educativa barilochense, y una de las propuestas, denominada Flos, fue seleccionada como finalista.

El emprendimiento se vincula a premezclas de harinas para una alimentación consciente, que se presentan en dos opciones: por un lado, la que contiene harina de avena, harina de zapallo, cacao amargo y semillas de girasol; la otra, harina de avena, harina de maíz y semillas de amapola.

Para explicar un poco cómo viven la situación, una mañana de noviembre, en la Escuela de Hotelería y Gastronomía, algunas alumnas se sientan frente al cronista y cuentan lo que sienten, con una carga importante de ansiedad

Son Luisana Salazar, Lara Perdomo y Abril Canale, quienes fueron seleccionadas en el aula –junto a Sydelle Olguín y Azul Veiga– para trasladarse a tierra charrúa, en representación del grupo que dio vida a Flos.

Además, están la directora de la institución, Laura Roncati, y la coordinadora de prácticas, Cecilia San Martín, quienes también viajarán.

Las jóvenes explican que están trabajando en diversos puntos vinculados a la presentación, ya que, por ejemplo, tendrán que realizar una exposición de quince minutos donde no sólo lo gastronómico será central, sino lo referido a la economía vinculada a la iniciativa.

Porque, desde la ONG que impulsó el proyecto, se busca inspirar y preparar a los estudiantes para un mundo que se muestra cada días más competitivo. Por eso, la invitación que realizan tiende a que los alumnos creen un emprendimiento desde cero, pasando por diversas etapas, tales como diseñar un producto, darle un nombre, hacer el logo e incluso capitalizarse para llegar al objetivo.

En general, se busca estimular la creación y organización de un emprendimiento real, pero teniendo en cuenta, asimismo, el vínculo con la sociedad a partir de los beneficios relacionados con los productos.

Este año, fueron seleccionadas dos alternativas argentinas. Una es la de la Escuela de Hotelería y Gastronomía; la otra, Macevo, del Instituto Corazón de María, de Chascomús, que impulsa la creación de macetas con biocerámica fabricada a base de cáscaras de huevo.

Los otros países que, en esta ocasión, consiguieron tener representantes en la final son: Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Jamaica, México, Perú y Uruguay. En total, veinte emprendimientos serán analizados por un jurado también integrado por personas de distintas nacionalidades.

Para quienes conforman Flos, el principal “competidor”, en cuanto a la temática tratada, proviene de México. Se trata de Moval, una propuesta de harinas orgánicas.

En ese punto, los alumnos barilochenses destacan que las premezclas que crearon tienen que ver con una “alimentación consciente”.

Cada año, la final del COY cambia de sede. En 2023, se llevó a cabo en Argentina. Esta vez, será en Montevideo, del 3 al 5 de noviembre.

Así que, ante la cercanía de la fecha, en el rincón de Bariloche donde se ubica la institución educativa –Fanny T. de Newbery 111–, a metros del lago, viven una combinación de sentimientos.

Por lo pronto, quienes viajarán están realizando encuentros de Zoom para pulir detalles en cuanto al modo de presentar el producto. Por ejemplo, les comentan en qué deben hacer hincapié, ya que, por un lado, estará el premio central, de la propia ONG organizadora, que destaca al mejor emprendimiento, pero también habrá distinciones de algunos de los sponsors, donde se galardonará el producto más sustentable y también aquel que se vinculó de mejor manera con la sociedad, satisfaciendo las necesidades de la comunidad.

“Tenemos la confianza de que estamos llevando un buen producto”, dicen las chicas frente al cronista, a la vez que revelan que se encuentran puliendo detalles acerca del modo en que deben presentarse frente al jurado para explicar de qué se trata Flos: “Nos estamos preparando en cuanto al semblante con el que vamos a hablar, sin mover tanto las manos y manteniéndonos derechas”, cuentan.

Además, señalan que en Montevideo tienen pensado “cocinar, para que puedan probar el producto”.

Cabe indicar que, en un principio, los alumnos se propusieron hacer cien unidades de premezclas, cincuenta de cada variedad, pero, ante el éxito obtenido, tuvieron que impulsar otra tanda… ¡y en este momento evalúan realizar una tercera!

Aquellos que deseen comprar el producto pueden hacerlo a través de Instagram (@flos.premezclas) o bien por WhatsApp (+54 9 294 469-7235).

Por otra parte, quienes quieran ayudar a los jóvenes a cubrir los costos que implica el viaje, ya que, más allá de colaboraciones en pasajes que llegaron desde el Concejo Municipal local y desde el gobierno provincial, les resta completar algunos gastos, pueden hacer un depósito (de cualquier monto; todo sirve), mediante el alias flos.premezclas.
En tal sentido, deberán brindar un informe financiero y podrán referirse a la proyección con que se manejaron, el modo en que lograron impulsarse, la estrategia de marketing y demás.

Cabe recalcar que los diversos emprendimientos seleccionados no se enmarcan sólo en lo gastronómico. En realidad, la mayoría apunta a otros rubros.