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Bariloche, martes 26, noviembre 2024
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Cómo funciona el chipeo de residuos forestales, uno de los servicios que brinda el SPLIF

 Pasada la etapa más cruda del invierno, es frecuente que en los distintos barrios de Bariloche, vecinas y vecinos comienzan con la poda de árboles y arbustos, o limpiezas de terrenos, generando importantes cantidades de residuos forestales. Como una forma de acercar un servicio a los vecinos, desde el SPLIF implementaron la posibilidad de chipear este combustible y reducir notablemente su tamaño.

Si bien la propuesta que acercan desde el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) está disponible desde hace varios años, en este último tiempo se le dio un nuevo impulso con el objetivo de ofrecer otras alternativas a los vecinos.

El SPLIF, además de contar con brigadistas para el combate de incendios, está conformado por personal capacitado en distintas áreas. Monserrat Gutiérrez Grinfeld, técnica en Gestión Integral de Riesgos de Desastres y Francisco Marinelli, experto en manejo de incendios forestales, son parte del sector Reducción de Combustibles que actualmente lleva adelante el proyecto de chipeo.

“El año pasado, Francisco había pensado algunas propuestas alternativas a la quema de residuos forestales y este año decidimos darle impulso a este proyecto”, indicó Gutiérrez Grinfeld. En este sentido, además, agradecieron el apoyo y respaldo recibido por parte de la Subsecretaría de Recursos Forestales.

“Una quema en un domicilio, así sea controlada, implica exponer a los vecinos y a la comunidad a la posibilidad de un riesgo”, indicó la mujer y agregó que a esto se suma, el humo que se genera con las quemas particulares, con el que tienen que convivir los vecinos. “El ejido de Bariloche es muy grande, y no es lo mismo aquellas personas que podan unas rosas o un manzano, como aquellas zonas donde hay árboles muy grandes o terrenos en zonas boscosas”, explicó.

Ante la posibilidad de riesgo que implica cualquier quema, pensaron en darle protagonismo al chipeo de residuos forestales, también como una forma de acercar este servicio a muchos vecinos que actualmente no lo conocen.

“Las ramas o material se introducen en la chipeadora que cuenta con cuchillas que lo trituran y lo expulsan hacia uno de los lados”, explicó Marinelli. El resultado, es un material reducido y con muchas posibilidades de reutilización. “Tiene la ventaja de que lo que queda, se puede utilizar, para paisajismo, cubrir superficies como senderos, canteros o se puede hacer compost. También se utiliza para hacer subproductos como briquetas, placas tipo OSB, pellets”, agregó.

En esta época se habilita la quema de residuos en domicilios, para lo cual es necesario obtener un permiso en el SPLIF. El trámite es presencial y Gutiérrez Grinfeld remarcó que el proyecto de chipeo no implica bajo ninguna circunstancia, que las quemas controladas están prohibidas, sino por el contrario, es sumar una posibilidad más a la hora de gestionar el material.

La trabajadora del SPLIF se refirió también al crecimiento poblacional que tuvo la ciudad, y al gran porcentaje de gente que eligió la Patagonia como un nuevo lugar para vivir en el aumento del riesgo de incendios. “Hay una problemática ya que muchas veces, las personas que vienen de otras ciudades, desconocen cómo manejar los residuos forestales”, indicó, pero remarcó que muchas personas se acercan a consultar cómo realizar podas, quemas o distintas tareas que implican la manipulación de material forestal.

“Es importante acompañar y guiar a la población en cómo tratar esos residuos. Más allá de reducir el volumen y no dejarlo expuesto que se seque, queríamos que los vecinos tengan la posibilidad de acceder al servicio de chipeo”, agregó.

Los trabajadores explicaron que, así como los vecinos, de forma particular, pueden consultar y solicitar el servicio, también trabajan dentro del proyecto que se denomina Bariloche Fuego Controlado en conjunto con juntas vecinales.

En este caso, las juntas se organizan y reúnen a los vecinos que requieran del servicio, para acordar una jornada de trabajo intensiva, y así llegar con el chipeo de residuos forestales a una masa poblacional más grande.

La primera junta vecinal con la que trabajaron en el marco de este proyecto, es con la del barrio Villa Los Coihues, un sector con mucha vegetación, tanto en los terrenos como en los espacios comunes como veredas o plazas.

El servicio tiene un costo que se calcula según la operatividad que demande. “El vecino nos contacta, vamos a hacer una evaluación y en base a la cantidad de residuos, las horas que demande, la distancia desde la central, la cantidad de recursos que implica, se hace un presupuesto”, aclaró Marinelli.

Si bien el material se reduce hasta un tercio en cuanto a volumen, Marinelli aclaró que lo más importante del chipeo es que “se reduce el riesgo que produce ese residuo. Las ramas están oxigenadas, a la hora de iniciarse un incendio, una pila de ramas es mucho más riesgosa”.

El chipeo está disponible durante todo el año y además, hay otros servicios que ofrece el SPLIF, que muchos vecinos desconocen, como la poda o apeo de árboles, aunque aclararon que se trata de servicios preventivos y no con fines de paisajismo o jardinería.

“La idea es trabajar por y para la comunidad. Todos queremos a Bariloche y no queremos que se incendie. Disminuir ese riesgo para nosotros es muy importante. Es necesario y muy importante el tratamiento de residuos forestales para evitar el riesgo de incendios forestales de interfase”, finalizaron. (ANB)

 

*Las personas que deseen consultar por el servicio pueden hacerlo a través del teléfono 294 5999462, o al correo chipeo.splif@gmail.com o personalmente en la central operativa ubicada en Carlos Bustos, camino al cerro Catedral.


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