Es sospechoso! Hay inseguridad

Es sospechoso! Hay inseguridad

Una reflexión sobre la sospecha de cada día, cuando revoleamos los ojos pensando “qué me va a hacer”, “camina hacia mi”, “qué quiere”. Por qué dirigimos la mirada hacia otro lado cuando quienes realmente sufren la inseguridad de cada día son los mismos de los que se sospecha todo el tiempo.

 

 

¡Por supuesto que hay inseguridad!

 

 

Imaginate nacer en una Villa, tener un padre que está preso (porque la historia ya viene así desde mucho antes de vos), que tu mamá tenga que ocuparse de conseguir algo de dinero para que vos y tus hermanitos coman. Seguramente tu vieja viaja mucho para ir a laburar por horas en casas en las que, muchas veces, no la tratan nada bien.

Entonces estás ahí, en tu casilla, sos un nene morochito, tu aspecto, tus dientes, tu mamá, tu papá, tu ropa, tu comida, tus zapatillas, tu casa, tu barrio, son muy distintos de los que ves por la tele en cada propaganda, y te des cuenta o no, te preguntás por qué…

Entonces te vas convirtiendo en un adolescente ¡ufff, claro que es sumamente inseguro! Lo más probable es que nadie te quiera dar trabajo, porque no sos lindo, no lucís bien, no tenés la formación, y además: sos sospechoso. Vas por la calle y mucha gente aferra su cartera con fuerza, se corre, no quiere ni respirar el mismo aire que vos respirás: sos sospechoso hasta de contagiar algo.

Y es muy –muy- posible que te acusen en algún momento de algo que no hiciste, que termines preso por ese aspecto taaaan sospechoso que tenés. Y hasta podría ser que te maten directamente, porque la verdad, con ese aspecto…más vale, por las dudas, uno menos…

Así que, por ahí, terminás encarnando ese personaje que total ya te asignaron de antemano de muchas maneras. Y ahí sí, por ahí te mandás una macana.

¡Y claro! Obvio que si la macana te la mandás conmigo o con alguien que yo quiero, no voy a estar llena de ternura por vos. Pero eso no debe impedirme pensar, analizar más allá, o antes, de la experiencia personal o no.

 

En realidad es muy impresionante ver cómo, gente que ha tenido la oportunidad incluso de una formación universitaria, tiene un cerebrito chiquitito chiquitito. Ni siquiera son malos, son más bien imbéciles a los que no se les ocurre mejor idea que hacer muchísimas más cárceles y encerrarlos a todos desde bien chiquitos y para toda la vida, así hay más seguridad.

¡Claro que hay inseguridad!

¿Quién podría negar eso?

Sólo que es medio raro dónde la ven muchos.

A mí, la mayor parte de los blancos, rubios, bien vestidos, con autos impresionantes y grandes mansiones, me dan pánico la verdad. De esos no hay cómo escapar, te roban sin parar, todo el día, a todos, pero lucen taaaan bien, que no son sospechosos.

 

Por Diana Romano
 

Periódico del Bien Común

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