La idea Democracia como proyecto político Por Ricardo Almonacid

La idea Democracia como proyecto político Por Ricardo Almonacid

La idea Democracia como proyecto político realizado en forma consiente y deliberada, debe ser una política clara de cultura y autenticidad como patrimonio intangible de la población. Anteriormente deberán evaluarse los recursos disponibles para sus estudios técnicos, así el estado podrá obtener resultados cualitativos. Todos los proyectos que surjan de un estado presente, con responsabilidad constitucional, deberán basarse en datos reales y confiables para su administración, y eficaz toma de decisiones.
Esta lectura específica, en un territorio determinado, nos dará las ecuaciones pertinentes para aplicarlas sobre la sociedad.
En la época de Domingo F. Sarmiento (1811-1888), el país carecía de alfabetización; la idea del presidente fue diversificar la educación; sin embargo, además de éste, hubieron gobiernos que el progreso lo visualizaron combinando otros esquemas.
Por eso mismo y conceptualmente, es en la educación y en el progreso, donde me voy a detener y cuantificar esta idea de gobierno y estado benefactor.
Don Hipólito Yrigoyen (1852-1933), no solo re ideo el progreso en la educación, sino en la creación, institucionalización, y extracción del recurso Petrolero (YPF). Este plan de gobierno incluía la expansión de la economía, y la diversidad que esto implica con la dignidad del trabajo.
Observando la historia a grandes pasos, muchísimas décadas, tal vez siglos, acarrea construir una nación en continuo movimiento. El progreso siempre conlleva al desarrollo y crecimiento de un territorio. Por eso mismo, el desarrollo lleva en sí, una gran responsabilidad recíproca, sustentable y soberana para las generaciones futuras.
El ex presidente y verdadero demócrata progresista Don Arturo Umberto Illia (1900-1983), integró la economía patagónica al sistema nacional, con la inauguración de las obras Hidroeléctricas El Chocón (Junio de 1966); además dictamino el presupuesto más alto en Educación de la historia Argentina.
Este pragmatismo cualitativo no se hizo esperar con la llegada de la democracia de la mano de Don Raúl Ricardo Alfonsín (1927-2009) con el Proyecto Ley Nº 23.512, que implica el traslado de la capital federal a la Patagonia.
Sin lugar a dudas la educación y el progreso son el primer escalón que sostiene la estructura social para el desarrollo de un país. En épocas proselitistas donde hay tanto candidato como piedras en la calle, vamos a mover el esquema encefálico, dar lugar a la imaginación para que las mismas puedan parir ideas, y obviar por cuestiones razonables y naturales, los procesos antagónicos donde muere y se oxida el desarrollo.
Basándome en estas ideas de progreso significativo, no considero a modo muy personal, que después de lo vivido en la capital de los lagos del sur, no se pueda plantear enfáticamente La teoría de los Polos Opuestos de turismo en masa y turismo sustentable; es aquí, en este paradójico nexo, donde yace la idea de la sustentabilidad. Entiéndase sustentabilidad como un modelo de preservado y recuperación de los recursos patrimoniales; y no como un modelo de turismo elitista por excelencia. Para conquistar este objetivo, deberíamos ofrecer diversidad de alternativas, crear nuevos atractivos, estandarizar y mejor todos los servicios que pueda llegar a ofrecer Bariloche como portal del segmento Patagonia. Ahora en la sinfónica paráfrasis al tango de Gardel ¿Bariloche debería necesitar de caras extrañas, con sus limosnas de alivio a este tormento?... Hoy Bariloche como ayer, esta solo frente a las inclemencias inminentes de la madre naturaleza.

En épocas de crisis, este destino turístico y cumbre de la naturaleza patagónica, debería replantearse aquella añeja idea que pivotea en la sien de muchos ciudadanos, como lo es la autonomía, o a modo más convencional, el principado de este destino turístico mundial.


En un claro cambio de políticas, el Estado debería acercar los beneficios hacia toda la estructura social. Esto nos aleja de las políticas populistas y extremas del mercado y monopolio electoral. Los ciudadanos votaríamos proyectos y no personas.

En el caso del destino Bariloche, si lo miramos y lo comprendemos como tal, es una “perla turística del sur argentino” (concientización), y como recurso económico principal al turismo bien administrado, podremos hablar de distribución equitativa de riquezas. Generador de fuertes ingresos y nuevos puestos laborales.. Si países enteros en el mundo viven del turismo, ¿El departamento Bariloche con su superficie y su población, acaso no puede?

Bariloche, necesitas un plan… cuando mis días lleguen quiero verte diferente, merecida, y que el tiempo no nos mate a los dos…



Ricardo Almonacid
Vocal UCR Barioloche  ricardobche@gmail.com

Opinión / Correo de lectores