Febrero, tiempo de ciruelas

Tarta de Ciruelas.

En febrero, Bariloche se viste de ciruelas. Es mi época favorita del año, cuando los árboles están cargados de frutas maduras, jugosas y dulces. Me encanta aprovechar esta temporada para preparar una tarta de ciruelas, un clásico que nunca falla. Te comparto mi receta, que es sencilla y llena de sabor, para que vos también puedas disfrutar de este manjar.

Ingredientes
Para la masa:

250 g de harina 0000

120 g de manteca fría (o mantequilla)

100 g de azúcar

1 huevo

1 cucharadita de esencia de vainilla

Una pizca de sal

Para el relleno:

12-15 ciruelas maduras (dependiendo del tamaño)

100 g de azúcar (ajustalo según qué tan dulces estén las ciruelas)

1 cucharadita de canela en polvo (si te gusta, es opcional)

1 cucharada de maicena (para que no quede demasiado líquido)

Para decorar (opcional):

Azúcar impalpable

Hojas de menta o albahaca

Preparación
Preparar la masa:
En un bol, mezclo la harina con una pizca de sal. Agrego la manteca fría cortada en cubos y la integro con las manos o un tenedor hasta que quede como arena mojada. Le sumo el azúcar, el huevo y la esencia de vainilla. Uno todo hasta formar una masa homogénea, sin amasar demasiado. La envuelvo en papel film y la dejo en la heladera unos 30 minutos.

Preparar el relleno:
Lavo y deshueso las ciruelas, cortándolas en mitades o cuartos, según su tamaño. En un bol, las mezclo con el azúcar, la canela y la maicena. Las dejo reposar mientras termino la masa.

Armar la tarta:
Precaliento el horno a 180°C. Estiro la masa sobre una superficie enharinada hasta que quede del tamaño del molde (yo uso uno de 24 cm de diámetro). Forro el molde desmontable con la masa, presionando suavemente sobre la base y los bordes. Recorto el excedente.

Rellenar y decorar:
Coloco las ciruelas sobre la masa, distribuyéndolas bien. Si tengo ganas, hago un enrejado con tiras de masa para decorar la parte superior, pero eso ya depende de vos.

Hornear:
Meto la tarta al horno precalentado y la dejo unos 30-40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y las ciruelas estén tiernas y jugosas.

Servir:
La dejo enfriar antes de desmoldar. Si quiero darle un toque especial, le espolvoreo azúcar impalpable y le agrego unas hojitas de menta o albahaca. ¡Y listo!

Esta tarta de ciruelas es mi manera de celebrar febrero en la Patagonia. La combinación de lo dulce y lo ácido, junto con la masa crujiente, la hace irresistible. Espero que la pruebes y la disfrutes tanto como yo. ¡Contame cómo te sale!

 

 

 

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