Las universidades públicas al servicio de la vacunación

Las universidades públicas al servicio de la vacunación

Son las 8 de la mañana de un jueves de verano en el conurbano bonaerense. Tras un año a puertas cerradas, la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) recibe a un grupo heterogéneo de gente que, entre barbijos y protocolos, observa con ansias el interior de las instalaciones. Pero no se trata de ingresantes que aguardan inscribirse ni de estudiantes avanzados que intentan rendir finales. En la fila, hay adultos mayores –algunos con enfermedades de riesgo–, personas con alguna discapacidad y trabajadores esenciales. Todos se acercaron para recibir una inyección de esperanza.

Con la puesta en marcha del plan nacional de vacunación contra el COVID-19, la escena se repite en varias universidades públicas de todo el país, que acondicionaron sus edificios para sumarse al proceso de inmunización y aliviar la demanda del sistema sanitario.

“La noticia fue muy bien recibida por las universidades”, aseguró al Suplemento Universidad el secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Jaime Perczyk, y celebró la celeridad demostrada, producto del trabajo conjunto entre el Poder Ejecutivo, las autoridades provinciales y las unidades académicas: “A partir de la segunda semana de febrero comenzamos a preparar todos los espacios de guardado, almacenamiento y de vacunación y en la cuarta semana ya comenzamos a vacunar”.

Una labor desplegada
En el marco del plan “Vacunate PBA”, la provincia de Buenos Aires incorporó a trece instituciones universitarias que ya comenzaron a vacunar a adultos mayores de 70 años, docentes del ciclo inicial y personas entre 18 y 60 años con factores de riesgo como enfermedades pulmonares, cardíacas, asma y obesidad, entre otras afecciones. Los vacunatorios universitarios cuentan con todos los requerimientos de bioseguridad y las condiciones de almacenamiento establecidas por los protocolos sanitarios. Funcionan todos los días, de 8 a 20, y son atendidos por vacunadores formados por el Ministerio de Salud bonaerense.

En el centro estratégico de vacunación de la Universidad de La Plata (UNLP), ubicado en las instalaciones del Comedor Universitario de la calle 50 entre 117 y 118, se aplicaron “un promedio de 100 dosis por día correspondientes a la vacuna Covishield, de AstraZeneca”, según especificó el director asociado de la Región Sanitaria XI, Manuel De Batista, quien aclaró que también serán suministradas las vacunas Sinopharm, de China, y la Sputnik V, de Rusia.

El secretario de Salud de la UNLP, Sergio Lazo, ahondó en el trabajo realizado por los voluntarios de la universidad, focalizados en las tareas de difusión de la agenda de vacunación: “Como hubo mucha desinformación, le explicamos a la gente de qué se trata, dónde están las postas de vacunación y ayudamos también con la inscripción en los turnos. Luego, el Ministerio se encarga de llamarlos a través de la agenda de la aplicación Vacunate”.

La Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) inoculó la semana pasada a 500 adultos mayores de 70 años con las inyecciones de AstraZeneca y, en los últimos días, recibieron aproximadamente 1200 dosis de la vacuna Sinopharm. Pero, como la vacuna china aún no recibió la aprobación de ANMAT para su aplicación en adultos mayores de 60, desde la facultad confirmaron que se modificará el calendario acorde a las vacunas que tengan disponibles. “Como el 2 de marzo recibimos la vacuna china, estimamos que esta semana vendrán docentes y personal de fuerzas de seguridad o menores de 60 años con comorbilidades”, explicó Martín Silberman, médico generalista y docente de la UNAJ.

Como ya especificó la web del Ministerio de Salud bonaerense, los interesados en vacunarse deberán inscribirse en www.vacunatepba.gba.gob.ar o a través de la aplicación VacunatePBA. Según el domicilio que tengan los aspirantes bonaerenses, podrán recibir su vacuna en una de las universidades públicas más cercanas. Entre ellas, además de la UNLaM, la UNLP y la UNAJ, se encuentran las instalaciones de las universidades nacionales de Lanús, General Sarmiento, Hurlingham, Luján, José C. Paz, del Noroeste (Junín), Mar del Plata, del Sur (Bahía Blanca) y del Centro (Tandil); la Universidad Provincial de Ezeiza y las sedes de Morón, Berisso y Pacheco de la Universidad Tecnológica Nacional.

En la Capital Federal, la Universidad de Buenos Aires (UBA), que cumple el cronograma de vacunación del Ministerio de Salud porteño, comenzó con la inoculación específica del personal de salud de las entidades universitarias en las instalaciones del Hospital de Clínicas “José de San Martín” y en el Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”.

Trabajo conjunto
La primera casa de estudios en abrir sus puertas a la comunidad como parte del plan masivo de vacunación fue la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Tan solo una semana después de la reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) en la que se anunció el inicio de la campaña, la UNC instaló dos importantes centros en el comedor de la ciudad universitaria. El decano de la Facultad de Medicina, Rogelio Pizzi, afirmó que “Cada módulo tiene una capacidad para 750 personas por día. En total, se podrían estar vacunando 1500 personas diariamente”.

Al aporte en materia de infraestructura, la UNC le agrega su propia mano de obra. La institución cordobesa cuenta aproximadamente con 5000 voluntarios que trabajan todos los días para frenar al coronavirus. Entre ellos, hay egresados de la universidad y estudiantes del último año de la carrera de Medicina, y también estudiantes de Enfermería universitaria, de Nutrición y de las escuelas de fisioterapia. Pizzi, médico cirujano y profesor titular de la cátedra de Parasitología y Micología Médica de la Facultad de Medicina de la UNC, manifestó su orgullo por el trabajo voluntario de los alumnos: “Es encantador verlos cómo se preocupan, cómo tratan a la gente, el afecto y demás. Realmente es maravilloso el aporte que hizo la universidad”.

En diálogo con el Suplemento Universidad, detalló el paso a paso de la vacunación en los módulos universitarios: “La verdad es que es muy rápido. El cálculo es de 4 o 5 minutos, más o menos. Primero, en la presentación, les toman la fiebre y les higienizan las manos. Luego, los dirigen con un operador que verifica sus datos en una computadora. Después los sientan en la fila para vacunarse mientras aguardan unos minutos a que se descongele su dosis. La vacunación es rapidísima y, una vez terminada, salen por el lado opuesto. Nunca vuelven sobre los mismos pasos”. Al dirigirse a la salida, cada persona puede elegir el horario del próximo turno para recibir la segunda dosis, que será aplicada luego de 21 días y que debe provenir, sí o sí, del mismo laboratorio que la primera. Es decir, si la persona recibió la primera dosis de la Sputnik V le corresponde inyectarse la segunda dosis de la vacuna rusa, no de otra.

Para solicitar un turno de vacunación, los cordobeses deberán inscribirse en la página del Ministerio de Salud de la provincia (vacunacioncovid19.cba.gov.ar) y esperar la respuesta, a través de la aplicación “Ciudadano Digital”, para notificar el día y la hora.

De norte a sur
En el transcurso del mes, diversas universidades públicas de todo el país se sumarán al plan de vacunación nacional contra el COVID-19: la del Litoral, San Juan y Patagonia San Juan Bosco son algunas de ellas.

En la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), por ejemplo, alistan sus instalaciones para cuando deban inocular a sus trabajadores. “Hemos tenido una reunión con el Ministerio de Salud provincial, hemos entregado el listado del personal y ya estamos en condiciones de generar un vacunatorio propio para el personal de la universidad”, aseguró el rector de la UNJu, Rodolfo Tecchi. “Esperamos que, a más tardar, en la última semana de marzo ya estemos vacunando a los docentes universitarios”, estimó Tecchi a este suplemento.

En Mendoza dieron el presente el 2 de marzo, cuando la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) inauguró su vacunatorio central, que cuenta con 5 puestos, 150 voluntarios y una capacidad de atención de 450 personas diarias. El centro funciona de lunes a viernes, de 9 a 16. Según notificaron desde la UNCUYO, por el momento se inmunizará únicamente a “profesionales de la salud mayores de 50 años”.

En la Patagonia, la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) instaló dos centros de vacunación, cada uno a una hora de distancia del municipio de General Roca: el módulo de inoculación de Villa Regina, al este, y el Hospital Escuela de Odontología de Allen, en el oeste. “La vacunación en Villa Regina, una ciudad de 60 mil habitantes, se cubre con el vacunatorio de la universidad de Río Negro”, aseguró el rector de la UNRN, Juan Carlos Del Bello.

Tan solo en el módulo de Villa Regina, recibieron, hasta el 28 de febrero, 950 vacunas (700 Sputnik V, 250 Covishield) para inocular al personal de salud y a adultos mayores. “Ahora se recibieron 450 dosis más (Sinopharm), que están destinadas solamente a docentes”, aclaró Del Bello a este suplemento.

“El sistema universitario argentino está demostrando que puede estar a la altura de las circunstancias”, reflexionó.

Desde el primer momento en que las universidades públicas abrieron sus puertas al plan masivo de vacunación, la soledad de las aulas se llenó de la alegría de los vacunados. La reflexión de una abuela cordobesa, que fue vacunada en la misma casa de estudios que la formó, se multiplica en otros rincones del país: “Estoy absolutamente anonadada por toda la organización. Y, además, me parece fantástico que sea nuestra universidad la que esté con los adultos mayores. Yo digo que es mi universidad, pero es la de todos”.

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