Reportaje a Brailovsky

Reportaje a Brailovsky

Argentina padece de subdesarrollo ambiental.

"Reemplazar el Bosque Nativo por soja es suicida. La soja es un negocio de corto plazo, después de la soja viene la erosión y la desertificación. Hay que trabajar para recuperar lo que se ha talado, arrasado y quemado en estos últimos años".

Antonio Elio Brailovsky es licenciado en Economía Política y egresó de la Universidad de Buenos Aires en 1969. Ha sido Convencional Constituyente, Director General de la Comisión de Ecología de la Legislatura y Defensor del Pueblo adjunto para temas de Medio Ambiente y Urbanismo de la ciudad de Buenos Aires.



P - Conocemos los problemas ambientales que padece la Argentina, pero ¿estamos actuando en consecuencia o se nota cierta parálisis en este aspecto?

R - Argentina es uno de los países mas atrasados del mundo en cuanto a gestión del medio ambiente. Hay una cantidad importante de propuestas y al mismo tiempo de reclamos vecinales o ciudadanos, pero este es uno de los pocos países del mundo que tiene una clase política que no percibe el problema, que mira para otro lado o que hace anuncios que después no responden a los hechos. Esta es una característica singular de la Argentina, porque la mayor parte de los países del mundo ha dado mejor o peor repuesta al tema ambiental, pero en Argentina casi no hay respuestas.

P - ¿Podríamos establecer entonces una disociación entre el discurso y los hechos en el caso de nuestro país?

R - Absolutamente, y estoy hablando de todos los colores políticos.

P - ¿Acaso el proyecto de ley de bosques constituye un manifiesto más que nadie quiere hacer realidad?

R - Yo creo que así es.

P - ¿Sería positivo que se hiciera realidad esta ley?

R - El proyecto en cuestión no trata el tema de fondo que es recuperar lo que se ha perdido, pero de todos modos si uno piensa una ley de emergencia que detenga esta destrucción inútil, yo creo que esta cumpliendo una buena función. Pero insisto: hay que trabajar para recuperar lo que se ha talado, arrasado y quemado.

P - Las provincias del Norte fundamentalmente, incluida Salta, reciben fuertes críticas por la poca atención y cuidado que tienen sus bosques naturales donde una importante superficie ha sido reemplazada por el monocultivo de soja. ¿Qué evaluación hace al respecto?

R - Reemplazar bosque nativo por soja es suicida, en el sentido de que significa cobrar dinero durante un cierto tiempo muy breve y después queda un suelo inútil. Es decir, cuando el agrónomo hace el cálculo económico de todo el proceso, un buen agrónomo puede decirle: "bueno a usted le cuesta tanto deforestar, le cuesta tanto poner el cultivo, va a ganar tanto durante tantos años y después se queda sin nada".
Entonces, esto que tal vez sea rentable para la persona que deja el desierto atrás y se queda con plata y la invierte en un circuito financiero o en Suiza o en cualquier otra cosa, para el país es suicida.

P - ¿Como quedan los campos cuando ha pasado la soja?

R - Lo que le pasa al campo después de la soja es erosión y desertificación. Si uno ve lo que ha pasado en otras zonas áridas y semiáridas uno advierte que son ecosistemas muy delicados. Entonces, una cosa es hacer soja en un lugar adecuado para el cultivo de cereales donde el suelo puede resistir mejor, pero otra cosa muy distinta es destruir un bosque por un negocio de muy corto plazo.

P - ¿Puede tener que ver esta realidad con un sistema en donde los gobiernos duran en sus mandatos unos cuantos años y en donde, por eso mismo, sólo se cuenta y se tiene presente el corto plazo en detrimento de una mirada más abarcadora?

R - Bueno, ojalá duraran cuatro años en sus mandatos. Lo cierto es que con esta idea de que todo el mundo reelige y reelige y reelige, y cuando no se reelige se elige a algún pariente... Pero si, yo creo que es un sistema económico diseñado para obtener grandes ganancias en el muy corto plazo y que este sistema no favorece que las empresas planifiquen en el largo plazo. Ahora bien, los recursos naturales se cuidan en el largo plazo.

P - En el tema papeleras, cómo se entiende la actitud a nivel internacional de nuestro país tomando en consideración los problemas que tenemos de puertas hacia adentro. ¿Estamos en presencia en este caso de una profunda contradicción?

R - Recomiendo la mirada a la página web de la Secretaria de Medio Ambiente de la Nación donde se están haciendo esfuerzos para que las papeleras argentinas reconviertan a la tecnología que esta usando Botnia.
Es decir, hay unas cuantas papeleras argentinas que están blanqueando con cloro elemental, que es mucho más tóxico que el dióxido de cloro que usa Botnia. La Secretaría de Medio Ambiente está pidiendo que las empresas argentinas que usan cloro elemental, usen dióxido de cloro que es lo que usa Botnia. Entonces, ya uno puede imaginar cómo nos va a ir en la demanda a La Haya cuando denunciamos a una empresa en un país vecino pero le pedimos a las empresas que trabajan en la Argentina que para mejorar se parezcan a la empresa que estamos denunciando.

P - Cierta tensión se ha originado en la Provincia de Salta como consecuencia de una discusión acerca de la vuelta de la explotación de uranio y la reapertura de minas, lo que ha motivado la protesta de vecinos. ¿Qué pasa con la minería en nuestro país?

R - Sobre el tema de la minería en primer lugar podríamos decir que en general hay un procedimiento de evaluación de impacto ambiental que debe desarrollar cualquier actividad. Esto supone tener toda la información a disposición del público, y este la discute en las mencionadas audiencias públicas.
Obviamente, una audiencia pública debe desarrollarse en un sitio accesible y no allá en el desierto y con la información disponible desde por lo menos un mes antes; entonces los profesionales, los especialistas, las entidades académicas lo analizan y después lo discuten. Este procedimiento puede ayudar a bajar los riesgos.

P - ¿Hay controles eficientes por otro lado en cuanto al tema de la minera para que las empresas actúen como deberían actuar?

R - En la Argentina no están funcionando estos controles; en otros países obviamente si. Es decir una cosa es hacer minera en EE.UU. o en España donde se han producido accidentes pero ha habido también una respuesta rápida. Otra cosa es hacer minería en Argentina donde estamos muy subdesarrollados en el tema ambiental.

P - ¿La energía nuclear es un tipo de energía ya obsoleta o por el contrario es la energía del futuro?. ¿Cuales son las concepciones actuales?

R - Con respecto a la energía nuclear en algunos países hay una vuelta, un tratar de reconstruir algo del retroceso nuclear que hubo hace unos años, pero el Cambio Climático empieza a poner en discusión esto. Es decir, la energía nuclear no emite gases de efecto invernadero, por lo tanto no colabora con el efecto invernadero y esto podría significar que sería "beneficiosa", entre comillas; pero en los últimos veranos las centrales atómicas francesas tuvieron que desconectarse porque debido al Cambio Climático los ríos no tienen agua para enfriarlas.

Entonces, la energía atómica no genera Cambio Climático pero sí es afectada por el Cambio Climático. Por un lado eso. Por otro lado, todavía no sabemos qué hacer con los residuos que produce esta actividad. Y cuando uno diseña algo, lo diseña en forma integrada, o sea que se piensa en cómo se produce, como se resuelven los problemas, qué se hace con la contaminación, qué con los residuos... y una vez que uno termino de diseñar todo, lo pone en marcha. Con la energía atómica hubo un apuro en hacer pronto centrales atómicas porque el subproducto de la central atómica es el plutonio que sirve además para fabricar bombas atómicas.
Eso hizo que no se preocuparan por qué hacer con los residuos, con la fantasía de que alguna vez se iba a solucionar el problema. Todavía no se solucionó. Entonces yo creo que si hay interés en la energía atómica primero se debería investigar cómo resolver los problemas antes de construir más centrales y generar más problemas.

Entonces, una vez que están resueltos los problemas recién allí discutamos la relación beneficio- costo, la relación beneficio - riesgo, etc. Yo no profundizaría una actividad que todavía no resolvió los problemas que genera.

P - ¿Son viables las energías alternativas? Es decir, ¿pueden abastecer normalmente de energía a una ciudad moderna normal o sólo funcionan en pequeña escala?

R - Nosotros tenemos un parque eólico en Comodoro Rivadavia que abastece la ciudad. Había un problema que se producía por la fuerza de los vientos que hacían fallar los ventiladores. Pues bien, ahora ese problema ya esta resuelto y se puede generar electricidad.

Existe una importante cantidad de alternativas incluyendo la energía eólica para generar electricidad. Por otra parte hay otras cosas que podríamos hacer. Tenemos otras posibilidades. Por ejemplo, cuando uno recorre cualquier ciudad argentina deberíamos asombrarnos de que las ventanas que están orientadas hacia el Norte son iguales que las ventanas orientadas hacia el Sur, y no reciben el sol de la misma manera.
Entonces, hay una enorme cantidad de criterios de diseño que nos harían ahorrar energía que no estamos usando. Y yo creo que todos los códigos de construcción de todas las ciudades argentinas tendrían que tener pautas de ahorro de energía, pautas de aprovechamiento del sol, etc. Y si uno empieza a sumar alternativas energéticas de este tipo que incluyan, por un lado, aumentar la oferta y, por otro lado, bajar la demanda, bajar el despilfarro, yo creo que podemos mejorar bastante nuestra situación.

P -¿Cuál es el principal problema de la Argentina o de la región en materia ambiental?

R - Yo creo que hay un hilo conductor que es el tema del agua. Nosotros somos casi un 80 % de agua, y lo que le pase al agua nos va a pasar a nosotros. Y en todo el país tenemos problemas de calidad del agua de consumo, tanto en el agua de napa, como en el agua de vertiente, como en el agua de red.
Piense usted que todos los protocolos de control de agua de red lo único que analizan es acidez, turbiedad y bacterias, y hay un montón de descargas de residuos peligrosos que hacen que cada vez que uno analiza en alguna localidad del país residuos peligrosos en el agua de red los encuentra, con lo cual tenemos que sincerarnos y empezar a establecer protocolos de análisis de todos los residuos peligrosos imaginables en todas las redes de agua potable del país. Necesitamos un diagnóstico completo. Necesitamos saber qué agua están bebiendo casi 40 millones de personas.

P -¿De dónde proceden los residuos que usted menciona que se encuentran en el agua?

R - Hay residuos de la actividad industrial, pero hay también muchos residuos derivados del uso de plaguicidas. Es decir, en muchas áreas agrícolas están tomando agua de napa debajo de las áreas fumigadas y alguna vez los agroquímicos llegan hasta las napas. O tenemos, por ejemplo, descargas industriales en las zonas de los ríos Uruguay, Paraná y el Río de la Plata.

Aquí el agua se extrae de los mismos sitios en los que las industrias descargan. O tenemos en muchas localidades de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, enterramientos clandestinos de residuos peligrosos, o sea, empresas que no tratan los residuos peligrosos sino que los entierran en algún campo.
Bueno, esto alguna vez llega a las napas y de ahí va a la red. De modo que necesitamos una vigilancia severa y un análisis muy detallado para saber qué agua esta tomando la gente

P - El problema ambiental en la Argentina ¿se está agravando o se están viendo algunas posibilidades de solución real de los problemas que tenemos?

R - Las posibilidades de soluciones están. Hay equipos técnicos y profesionales de primer nivel. Lo que necesitamos son decisiones políticas y hasta ahora las decisiones políticas han sido para la televisión, no para el ecosistema.


Entrevista de:
Elio Daniel Rodríguez Iranzo
Para Iruya.com / Salta




Antonio Elio Brailovsky es autor de los textos básicos para el capítulo ambiental de la constitución de esa ciudad. Profesor titular de las Universidades de Buenos Aires y Belgrano, es autor de 32 libros, entre ellos 15 obras sobre ecología y medio ambiente, además de investigaciones sobre historia económica y social, como así también de algunas novelas.
Entre las distinciones que ha recibido se cuentan el Premio Casa de las Américas (Cuba) en 1991, y el premio de teatro de la Universidad Veracruzana (México) en 1992. Algunas de sus obras son "La ecología en la Biblia", "Esta, nuestra única Tierra", "Historia ecológica de Iberoamérica" y "Memoria verde".




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