Anna, talento y pasión en el agua

Anna, talento y pasión en el agua

Con apenas 12 años, Anna Huusmann es una de las grandes figuras del deporte barilochense. En el último Patagónico de natación logró un récord nacional y bajar seis marcas patagónicas. La joven nadadora de Piletas del Nahuel charló de su presente con ANB.
Su lugar en el mundo parece estar dentro de la pileta. La timidez que exhibe fuera del agua desaparece cuando empieza a nadar. Es otra, se siente cómoda, libre y le apasiona recorrer cada centímetro de la pileta de su club, el Piletas del Nahuel. Pero por un ratito deja las brazadas y con voz baja, pura sencillez y perfil bajo atiende a las consultas de ANBariloche, para hablar de su presente, su gran presente. Ella es Anna Huusmann, nacida el 24 de julio de 2004, una de las grandes figuras del deporte barilochense y quien el pasado fin de semana brilló en el II Patagónico Interclubes de natación que se realizó en el Complejo Huergo, en Comodoro Rivadavia. Con la camiseta de Piletas recibió una ovación en aguas comodorenses por romper el récord argentino en menores en 400 metros libres y bajar seis registros patagónicos. Una actuación espectacular, una más.

Con el entrenador Maximiliano Ceballez al frente de la delegación, Piletas se presentó en Comodoro Rivadavia con 17 nadadores logrando el tercer puesto en la clasificación general con 528 puntos. El ganador fue Hispano Americano con 1395, escoltado por Olimpo de Bahía Blanca con 732.

Anna no se cansó de nadar y de subirse al podio, además compartió la mejor marca técnica del certamen junto a su compañera Tiziana Luna. En 400 metros libres, con un tiempo de 4m32s26/100 batió el récord argentino en menores y esa noticia la conoció en el mismo escenario.
"Fue algo muy lindo. Me lo hicieron saber enseguida y fue una alegría enorme, en lo personal y que disfruté compartir con todos mis compañeros. Tenemos un gran grupo", contó Anna que empezó a nadar a los 8 años.

"La natación siempre me gustó. Me encanta nadar. Cuando era más chica veía nadar a mis hermanos, Carla (23) y Máximo (28) y después empecé. Es un deporte muy lindo, pero también me encanta el entorno, el ser parte de un grupo de amigos, el disfrutar. Me siento muy cómoda nadando y me gusta competir, no siento presión, me siento tranquila, con libertad. Me da más vergüenza y me provoca nervios, aparecer en los medios ó las notas (risas), pero también es algo muy lindo", contó la menor de las hijas de mamá Claudia y papá Roberto.

Su paso por el complejo Huergo tuvo muchas muy buenas noticias. Anna bajar 6 récords patagónicos: en 200 pecho, 200, 400 y 800 libres y 200 y 400 combinados. Su tarea fue sólida en todos los estilos. Es que para la menor local, no hay estilo predilecto.

"No tengo un estilo para elegir. Me gusta nadar en todos y aprender. Quizás, desde lo técnico uno me cueste más que otro, pero la idea es nadar en todos. Eso sí, en crol tengo menos complicaciones (risas)", destacó quien está terminando séptimo grado y ya va pensando en un 2017 con estudios secundarios.

"Piletas es mi segunda casa"
A la hora de la nota, Anna está en el lugar en el que más cómoda se siente, después de casa: el club, la pileta. "Me gusta nadar, me gusta venir al club, es mi segunda casa. Entrenamos todos los días, de lunes a sábado, dos horas por día y tenemos doble turno los lunes, miércoles y viernes. Se viene un viaje a Chile, a otro torneo y la intención es llegar muy bien", resumió Anna.

Su 2016 ya es excelente y aún quedan competencias. Anna se lució en las citas provinciales, en los Juegos Epade, en los Patagónicos y en los dos Nacionales a los cuales asistió. Tiene mucho camino por delante, pero talento le sobra y también sueños. "Estoy tranquila, pensando en que soy chica y me falta, pero claro que me gustaría llegar al seleccionado argentino, ir a un Mundial o alcanzar un Juego Olímpico. Sería muy lindo, pero para ello falta y hay que seguir creciendo", respondió Anna a la consulta sobre sueños y metas.

Por ahora Anna disfruta de un gran presente, uno lleno de resultados, amistad, alegría y pasión por lo que hace. Y claro, de un talento ganado a fuerza de constancia, sacrificio y muchos kilómetros a pura brazada en las aguas de su querido club. (ANB)

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