La Noche Merecida.

La Noche Merecida.

 Y hubo una noche muy especial para Bariloche, La noche de Lucho, la noche de Luis Rene Bravo.
Y fue justo, justo y necesario, ya que si no valoramos los que abrieron caminos, los que sembraron, empujaron, pelearon por un lugar, que la cultura necesita, que la gente merece, y los artistas necesitan.
No se concibe un pueblo sin cultura, creo que es por eso que nos cuesta tanto crecer como sociedad, las diferencias, son abismales, son dolorosas, seguro hubo tiempos peores, tiempos muy oscuros donde las botas pisoteaban cualquier brote, y siempre hubo resistencia, aún cuando el atropello era durísimo, molestaba como vestías, como usabas el pelo, las chicas “ofendían” con sus minifaldas, y los artistas expresaban lo que no se “debía” decir.
Y entre esos “atrevidos”, “transgresores”, “hippie roñosos”, como los llamaban los señores de gorra, por la calle Mitre, se destacaban unos pocos músicos que se revelaban, con la pluma y la palabra, uno de ellos, Luisito, con su innegable talento, con su aguda lengua y el coraje necesario para hacerse oír, un luchador, que cuando no pudo más en la calle, se las ingenio para hacerse su lugar y el lugar de sus pares, limitado económicamente, pero con la sabiduría para llevarlo a cabo de todos modos, y así nació el Clandestino, una bocanada de libertad, en la noche, su amiga, su novia, su hermana.
Como no va a ser merecido su homenaje, como no va a ser impostergable que se haga, y se hizo, agradezco a Paola y Diego, de SeA Producciones, a Bowling Shelter y a la gran cantidad de artistas que lo hicieron posible, y no se quedaron solo en el festejo, se aprovecho la oportunidad para tender una mano a las increíbles mamás del comedor “Virgen Niña”, una noche perfecta.
La emoción, el humor, la alegría, la solidaridad, el amor, todo confluyo en la noche de Lucho, un Artista con mayúsculas, y una persona intachable, la vida te da a veces premios que no esperas, el que escribe, no hace tanto tiempo, recibió la gracia de su amistad, algo invalorable y que me enorgullece, me alimenta y me conmueve, agradezco de corazón a Luis, por hacerme parte de “SU” noche, un recuerdo que quedará entre todos los presentes, seguramente, en sus corazones, y me imagino que en el de Luis, servirá para seguir en su camino, que redoblara su compromiso, la cultura lo necesita y agradece sin dudas todo su aporte.
La noche termino, pero el camino por delante, sigue abierto, y seguramente lo seguirá transitando, con su sombrero de caballero, su don de gente, su potente voz y su increíble forma de llegar a los corazones.

Rocanblus