Lorraine Green, artista de la galeria en "Vuelo rasante, viaje al centro del dibujo"

Lorraine Green, artista de la galeria en "Vuelo rasante, viaje al centro del dibujo"

 Bethluisnion – Cuando los árboles murmuran palabras. Dibujos y Señales.

“Me gusta pensar en Green” como un pequeña escriba, o tal vez, como una secretaria o ministra de los árboles. Quizás porque dicho oficio se emparenta con la afable tarea de transcribir o interpretar el idioma arcano de algunos seres. Porque requiere un manejo culto y experto de la escritura jeroglífica y pictográfica, de una buena conocedora que pueda develar y administrar secretos, aún, cuando a veces le cueste creer que pueda poner una digna corazonada en lo divino.

Lorraine comenzó hace tiempo a desarrollar este nuevo proyecto dedicado a la escritura. Creó primero un abecedario; el Bethluisnion, un "Alfabeto de Árboles". Como cualquier lengua perenne que florece y produce semillas, los signos con el tiempo se volvieron frondosos y de ellos brotaron palabras. Palabras que en ocasiones expresan su inconmensurable sentir: un recorrido instructivo y afectivo con esta maravillosa herramienta creada.

Como un mapa en dirección hacia el dibujo y la escritura, primero descubrió que la palabra alfabeto, estaba compuesta por dos posibles acepciones: ἄλφα (alfa, α) y βῆτα (beta, β) casa y buey. “La primer palabra con la que comencé este trabajo, mucho antes de saber que llegaría al alfabeto -dice- fue casa”. A partir de esta experiencia examinó distintos alfabetos.

Por destino o azar se encontró con un tipo de alfabeto que se utiliza en las fuerzas aéreas de los distintos países; alfabeto fonético internacional que se aplica para transmitir por vía oral cualquier tipo de información en radiocomunicaciones. Para ella fue un asombro, ya que logró reconocer en él varios nombres de integrantes de su familia, siendo que muchos son pilotos y utilizan este alfabeto. Eso le dio un nuevo impulso y sentido a las cosas, a sus cosas; a sus raíces y a la mirada sobre su propia genealogía.

Quizás y sin darse cuenta, la investigación de este trabajo la llevó y la conectó con el origen de sus preocupaciones; por un lado volver sobre el brote madre o raíz, pensar en la existencia o en la extinción de algunos procesos de la vida: la tradición inglesa por la que ha sido signada, el devenir de las generaciones y su resistencia a la pérdida. Por otro, recuperar el poder nativo eterno de la lengua, de las palabras. La poética de su oralidad y su potencialidad para operar y captar los paisajes que la han configurado. Lo que la tipografía en su esencia propone y lo que la estética de lo tipográfico sitúa: es decir expresar y conectar todas esas infinitas mareas que se desprenden en el aire cuando los árboles, como los humanos, murmuran o se susurran. Palabras.

Hoy se exhibe una pequeña serie de estas piezas de palabras. Además, algunos signos que yo llamo murmurantes. Una de estas palabras es Emergencia (2014). Aquí el espectador podrá conectar y reforestar la palabra desde muchos lugares semánticos y semióticos. Pero no menos importante, pensar que esta “emergencia” y entre otras cosas, está construida con la primera letra que pertenece a distintos árboles nativos de la Patagonia y pintada en Lenga, un árbol que crece en cotas altas de las montañas. También es importante saber, que en esta familia de letras, en este territorio y ecosistema de la palabra “emergencia”, la letra I, la letra con forma de “fósforo”, no aparece como especie existente. La artista para ello tomará ciertas decisiones y estrategias ilustradas como otra capa, potencialidad significante y artificio para salvar este obstáculo.

Así, desde la perpetua presencia textual a la evocación oral, con la sensibilidad visual de quien decide y dibuja su “lugar”, de quien recuerda y siempre vuelve a “casa”; para Green este trabajo se transformó en un verdadero acontecimiento para pensar. Reflexionar sobre todo y lo que todos repasamos alguna vez en nuestra vida, la recuperación de lo más significativo de esos orígenes, lo ancestral que conecta la línea de la historia, del dibujo y la escritura: el misterioso y tupido árbol de la genealogía humana.

Daniel Fischer, Curador a cargo

Farrarons Fenoglio Arte Contemporaneo