Grito del Lanín: Desde nuestra esencia vamos a actuar para fortalecer lo que somos

Grito del Lanín: Desde nuestra esencia vamos a actuar para fortalecer lo que somos

Entre el 4 y 6 de abril el Pueblo Mapuche en la provincia de Neuquén se movilizó en defensa de su territorio y sus diferentes elementos naturales. Al pie del pillan mahuiza, - el volcán Lanín – se desarrolló un Gejipvn y se reflexionó sobre el avance de emprendimientos económicos de privados, con la anuencia de organismos del Estado, y las consecuencias del calentamiento global. Verónica Huilipan, werken de la Confederación Mapuche del Neuquén, habló con Radio El Arka (REA) de Bariloche sobre lo compartido en ese espacio que los convocantes llamaron El Grito del Lanín.

Por Avkin Pivke Mapu - Pueblos Originarios ((i))


-Fue una ceremonia histórica.

VH: Sí. De verdad lamien fue una ceremonia histórica, una ceremonia muy fuerte, muy grande y sobre todo muy emocionante porque éramos distintas generaciones predisponiéndonos a generar condiciones para que nuestras autoridades pudieran generar el diálogo con los distintos newen (fuerzas) de la naturaleza y, fundamentalmente, poder retomar la comunicación directa con el Pillán (espíritu) que estaba allí, a la par nuestro, en el entorno, siendo parte del círculo en el Rewe (espacio de rogativa). La verdad que fue una ceremonia muy, muy buena.

Una de las cosas fundamentales que se remarcaba al finalizar la ceremonia, que fue el momento de entregar el zungun (palabra), el mensajes de los mayores y el mensaje de los jóvenes que estuvimos participando también allí, es esto de saber escucharnos, de saber respetarnos entre las distintas generaciones, entre la diversidad de género. La situación que más resaltaba era, justamente, cómo cuando nos predisponemos a actuar como MapunChe la identidad nos ordena, el Tuwun (lugar de origen), el Kupalme (árbol genealógico).

Siempre hemos tenido como experiencia nosotros, como organización Mapuche, desde los años que venimos reconstruyendo los escenarios de diálogo con los distintos Newen, donde hemos definido recuperar la celebración del Gellipun (ceremonia espiritual), hemos tenido que generar condiciones entre todos, ha costado muchísimo definir el sistema de ceremonia. Quién lo va a llevar adelante, cómo se van a hacer los Tail, qué elementos van a entrar en el Rewe. Ha costado muchísimo. Sin embargo aquí naturalmente nos encontramos la Identidad Territorial Pewenche y la Identidad Wiliche como, digamos, "dueños de casa", como Nien Ruka, y la ceremonia salió como que era una ceremonia que se hacía cada día.

La fuerza de las Pillán Kushe fue algo fundamental en el trabajo, la presencia del Longko (orientador) como tal, generando el orden de la ceremonia, generando el orden de la comunicación entre los Newen, generando el orden y la convivencia en la ramada. Los jóvenes, las Tailfe, fue también muy, muy fuerte, de hecho, muy emocionante aún haber visto a más de treinta Tailfe. Entre las cuales el sesenta por ciento eran niñas jóvenes, de 10 años, 12 años, 15 años y 18 años, acompañando a al resto de las Tailfe, que ya son personas mayores.

El rol que jugaron los Kona, el estar acompañando permanentemente a los Wentru (hombres jóvenes), alentando su Pulli, alentando su espíritu para que la comunicación sea una comunicación buena, que haya recepción de parte del Pillan. Y sobre todo, y fundamentalmente, cómo el Pillan se expresó, cómo el Pillan nos hizo saber de que estaba escuchando, de que era parte de la ceremonia, y se expresó a través del Mawun (lluvia). Cayó una lluvia en la tarde del primer día de la ceremonia. Comenzó una lluvia leve, luego fue una lluvia torrencial y cómo eso también nos llevó a todos los jóvenes a aprender de nuestros mayores, a poner en práctica la identidad. Cómo de pronto las Pillan Kushe, los Longko, se pusieron de acuerdo rápidamente y tuvieron que hacer una comunicación especial: Mawun Kushe, Mawun Fucha, Mawun Weche Wentru, Ulcha Zomo, para también pedirles que bueno, que el agua había sido bienvenida, que es lo que estamos necesitando producto de toda la sequía que ha habido durante todo este tiempo, pero que necesitábamos resguardar a nuestra familias, a nuestros chicos, que muchos de los que estábamos no habíamos ido preparados a ese ámbito del Rewe en condiciones como para soportar más. Que Mawun Kushe, Mawun Fucha, Mawun Weche Wentru, Ulcha Zomo hayan escuchado también esto habla a las claras de cómo la fuerza de la identidad puede generar todas las condiciones necesarias para poder proyectarnos como Pueblo y fundamentalmente, poder potenciar la propuesta de interculturalidad que le estamos haciendo al resto de la sociedad.

Hoy el planeta todo, el WajMapu, está en estado de amenaza y así cada uno de los elementos que generan el conocimiento, que generan la identidad, que generan el orden natural de la vida en nuestros territorios están amenazados y es necesario y urgente que actuemos, pero no solamente los Mapuche. Los Mapuche vamos a actuar desde nuestra identidad y le pedimos al resto de la sociedad, a las organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, que también nosotros necesitamos que ellos actúen para que podamos de manera conjunta generar condiciones de resguardo para la vida de todos.

-En algún momento dijiste MapunChe, ¿le podes explicar a la gente cuál es la diferencia entre la manera habitual de la designación?

VH: Es necesario, sí; fundamental. Tiene que ver con esto de que ustedes sabrán que el Pueblo Mapuche viene trayendo, por lo menos de vida organizada, más de 20 años aquí en la Provincia del Neuquén y que nuestra organización y movilización fue fundamentalmente, en la etapa anterior, de una movilización que tenía que ver con la necesidad de hacernos saber como Pueblo ante el resto de la sociedad, de decir quiénes somos, de dónde venimos, cuáles son nuestros derechos y, por otro lado, al Estado planteándole la necesidad del reconocimiento de nuestros derechos. Los derechos fundamentales, el derecho a tener una identidad, el derecho a proyectar nuestro desarrollo desde nuestra identidad y, fundamentalmente, el derecho al territorio, porque sin el territorio no podemos seguir siendo el Pueblo que somos. A partir de la reflexión que nos convocaron a hacernos hacia lo interno los Longko, las Pillan Kushe, entendimos que esa etapa es una etapa que nos marcó fuertemente estas dos décadas para atrás.

Pero luego de la fuerte movilización Mapuche que dimos en febrero de 2006 aquí en Neuquén, cuando se hizo la reforma de la Constitución en la provincia y que nosotros tomamos la decisión autónoma como Pueblo de incidir en ese proceso de reforma y generar condiciones para que se influyera el reconocimiento de nuestros derechos; y luego de tanta represión, negación sistemática de parte del Estado que nos reprimió, que negó toda posibilidad de participación plena, efectiva, clara, trasparente, formal del Pueblo Mapuche en el ámbito de la constituyente, el Pueblo Mapuche tomó la decisión de hacerse parte de todas las formas, de que íbamos a ejercer el derecho a la participación. Lo ejercimos, logramos incluir el artículo 53 en la Constitución y hoy es reconocimiento de derecho.

Entonces la reflexión nos invita a que hoy tenemos que empezar a actuar ya como MapunChe, porque hoy ya tenemos el reconocimiento de derecho, ahora es el tiempo de actuar desde nuestra identidad, desde nuestra esencia, y comenzar de verdad una etapa de resguardo de cada uno de los elementos naturales que nos dan identidad, nos dan conocimiento, nos dan palabra, nos dan saber, nos dan organización, nos dan institución, nos dan normas para ordenarnos para regularnos. Desde ahí, ejerciendo estos derechos que ya hemos logrado que el Estado reconozca y ejerciendo nuestra identidad, es la etapa que nos tiene que generar condiciones de organización, movilización y comunicación permanente entre las distintas identidades territoriales. Por eso hoy es la etapa del MapunChe, la etapa de actuar desde nuestra esencia, porque ya no vamos a actuar para hacernos saber, vamos a actuar para fortalecer lo que somos, para recuperar la institucionalidad, para recuperar el conocimiento, para recuperar las normas, para recuperar el idioma, recuperar cada una de las prácticas que hacen a nuestra vida, cultural, institucional como Pueblo y poder así, entonces, potenciar fuertemente esta propuesta de interculturalidad.

Porque si nosotros estamos debilitados no podemos ejercer interculturalidad. Si el pueblo neuquino, el pueblo argentino, el pueblo de Río Negro, está debilitado, no puede ejercer interculturalidad. Necesitamos que los pueblos se fortalezcan a sí mismos desde su identidad para poder en serio transitar este camino necesario y urgente para resguardar cada uno de los elementos de nuestro territorio.

- En todos los puntos de la problemática que abordaron el fin de semana, estamos hablando del calentamiento global, del cambio climático, de esta manera de entender la economía que tiene el capitalismo disociada de la naturaleza. Se están planteando o están queriendo llamar la atención sobre un tema civilizatorio diríamos...

VH: Totalmente. Estamos queriendo llamar la atención y convocando a generar condiciones como para poder resistir de manera conjunta desde el principio de la interculturalidad un nuevo concepto de desarrollo. Porque este concepto de desarrollo que vino hasta aquí, que es el concepto de desarrollo que ha impuesto el capitalismo, que es el modelo que ha perdurado hasta aquí... eso ha generado destrucción. Destrucción del planeta, destrucción de la sociedad, de la institucionalidad, de las normas, en las relaciones sociales. Entonces nosotros necesitamos, en carácter de urgente, iniciar un nuevo camino, que sean condiciones para que podamos de manera conjunta poder definir cuál es ese modelo de desarrollo, ese sistema, esta forma de desarrollo que necesitamos para poder preservar la vida actual y poder generar condiciones para que las generaciones futuras también lo puedan seguir haciendo.

Pueblo Mapuche