Colectivo Al Margen
El teatro florece en Bariloche
El teatro florece en Bariloche
Con la vuelta plena a las salas, este miércoles 3 de noviembre arranca la décima edición de la Primavera Teatral Bariloche, festival cooperativo, participativo y popular organizado por la Asociación Teatrantes Bariloche. Alicia Tealdi repasa la actualidad del teatro barilochense en esta nota.
El evento, planteado plenamente de manera presencial, cuenta con una nutrida programación de 15 obras de producción local y 3 invitadas provenientes de Neuquén, Esquel y Lago Puelo.
Las sedes serán la Escuela de Arte La Llave, MOMA, El Brote, Araucanía y Usina Cultural de Cívico. Las entradas son a la gorra y se podrá acceder a la reserva a través de la plataforma http://www.teatrantes.com.ar/primaverateatral/
En conversación con Al Margen, Alicia Tealdi, actriz, directora y profesora de teatro de larga trayectoria en la región, integrante de la Asociación Teatrantes Bariloche, repasa parte de un andar del festival que hoy se mide en diez años, pero que nace incluso más atrás. Ya por el 2000 y hasta el 2005 habían comenzado a realizarse en nuestra ciudad el festival invernal de teatro barilochense, un antecedente que marcó el camino.
“Nació con el mismo espíritu, un espíritu cooperativo, de grupos de teatro de Bariloche que en aquel entonces no teníamos muchos espacios para hacer teatro”, recuerda. “En vacaciones de invierno todos queríamos reservar el espacio de la Biblioteca y no alcanzaba. A partir de ahí surgió la idea de hacer un festival y compartir el espacio”, dice Tealdi.
Así surgió por aquellos años el festival de invierno que se desarrolló por al menos seis años. Después hubo un paráte y en el 2012, los jóvenes sobre todo, propusieron retomarlo. “Ahí cambiamos la fecha, porque el invierno tenía sus complicaciones y lo pasamos a primavera”.
– ¿Cuáles son algunas de sus particularidades?
-Lo que tiene de muy particular es que es un festival cooperativo, no lo organiza un grupo o una productora. Desde los inicios fuimos los propios teatreros que nos organizamos para mejorar nuestra situación laboral y para dar a conocer la producción local al público. Eso se fue mejorando cada vez más: ahora tenemos un sistema cooperativo de puntajes, donde nadie se perjudica si te toca un día mejor para la función o una sala más grande. Se hace un pozo común y se reparte según la cantidad de integrantes de cada elenco, para que sea parejo. Eso es algo para destacar porque no es algo común, si bien el teatro tiene una historia cooperativa y grupal desde sus orígenes. Logramos además, sostener esa forma de organización en el tiempo, algo importante de destacar en momento tan individualistas y del éxito personal.
Pandemia y después
En el balance de estos diez años también ocurrió la pandemia, un contexto que afectó con sus particularidades al sector de la cultura y sobre todo a actividades que son esencialmente presenciales, como el teatro. Sin embargo, también hubo el espacio para repensar, reinventar y explorar la creatividad al máximo.
“Como todo límite o crisis salen nuevas oportunidades. Es cierto que el teatro es esencialmente presencial y eso es muy difícil de reemplazar si bien se exploraron un montón de formas virtuales: debo destacar la presencia del Instituto Nacional del Teatro durante la pandemia, que buscó formas de apoyar y sostener actividad en todo el país. Desde allí salieron concursos para hacer experiencias virtuales y se abrieron nuevas estéticas muy interesantes para mantener lo teatral en la virtualidad. Pero en cuanto se pudo volvió la presencialidad en todo el país con mucho entusiasmo”.
Ya el año pasado el festival de teatro fue una de las primeras actividades que retomó de manera semi presencial con un público acotado y todos los protocolos y cuidados. “Fue momento de reencuentro muy importante y este año todas las obras son presenciales, estamos muy entusiasmados”, señala Tealdi.
Así, con un aforo del 70% en las salas, el despliegue se abre para transitar por alguna de las múltiples propuestas que ofrece esta fiesta del teatro que se vivirá por estos días en nuestra ciudad. Si bien no hay “destacados” más bien una invitación extendida, uno de los eventos interesantes se dará el sábado en La Llave, donde el público podrá circular y ver varias obras cortas en una especie de kermese teatral. “Estamos todo el tiempo buscando formatos que incluyan. También, como todos los años, va a haber tres grupos invitados para enriquecernos y conocer otros teatros”.
Una actividad extra a las funciones este año será un taller encuentro para indagar sobre el tema de género y diversidades en las artes escénicas que tendrá lugar el sábado 6 de 14 a 16 en El Brote. “La intención es que en teatrantes quede conformada una comisión de género y diversidades. Y que este sea como el puntapié inicial para organizarnos en un espacio de análisis e intercambio sobre los espectáculos que se van presentando”.
– ¿Cómo transitó la virtualidad el sector?
-Cuando abrimos la convocatoria para esta edición, que siempre es dirigida a las obras que no participaron nunca en un festival de primavera y que fueron estrenadas en este último año, pensamos que no iba a haber mucha producción, pero nos sorprendió, porque la gente siguió ensayando. Yo ensayaba vía zoom, se encontró la manera. La virtualidad también ayudo en algunas cosas.
– ¿Cómo viene la construcción del Teatro Independiente de la ciudad?
-Hoy salió la noticia de un aporte extraordinario que vamos a recibir, porque el presupuesto no estaba cubriendo los gastos. Estamos trabajando mucho desde teatrantes, como la figura que va coordinando las tareas, para poder terminar el teatro. No está fácil. Hay que seguir gestionando fondos. En principio la idea es poder cerrar el lugar con este nuevo aporte para proteger todo lo que se ha logrado y de ahí conseguir más aportes para poder terminar la obra. No es fácil llevarla a cabo.
-Históricamente Bariloche tuvo un importante movimiento cultural. Pero imagino que la apertura de la carrera de Teatro también abrió nuevas posibilidades.
– La carrera fue muy importante en ese sentido porque, además, ofreció una salida laboral. Conjuntamente empezó a haber teatro en las escuelas, y concretamente dio la posibilidad de estudiar una actividad artística que te dé también la posibilidad de trabajar, algo que muchas veces esta disociado. Y coincido en lo importante del movimiento cultural, algo que se da a fuerza mucha autogestión, porque casi nunca a nivel local y provincial hubo mucho apoyo en lo cultural. “El futuro es nuestro por prepotencia de trabajo” decía Roberto Arlt y los teatreros ejercemos la prepotencia de trabajo todo el tiempo. Hay mucho empuje y pasión y siempre hay algo para ver. La calidad de las propuestas también se ido afianzando.
– ¿Se puede hablar de una identidad local o regional en el teatro?
-Es una pregunta que nos hacemos todo el tiempo, porque alguna vez fui jurado en la fiesta provincial de teatro y uno de los ítems que tenemos es ver eso, la identidad regional. En realidad, pensando en la globalización, es difícil salvo que uno hable de una cosa histórica del lugar o de algo folclórico para decir que esto es patagónico o esto es de la región cuyo. Muchas problemáticas son universales. El tema por ahí es en el cómo, en la estética, en cuanto a cuáles son las búsquedas para llevar a cabo la obra. Cuando hay búsquedas personales, que uno no puede identificarlas como reproducción de los modelos centrales que vienen de las grandes ciudades, creo que ahí hay identidad. Hace un tiempo había mayor reproducción de esos modelos, aparecían como líneas estéticas de Buenos Aires y vos veías que se reproducían en el interior del país, y ahora no tanto.
-En esa identidad también está la cuestión de los espacios, la territorialidad…
-Creo que el teatro patagónico si tiene algunas particularidades, como que es un teatro itinerante, por ejemplo, que está pensado para hacer un número de funciones en un lugar y después salir, sino muere ahí, y eso le da una cierta característica propia: subirse al auto y andar. Es un teatro de rutas. En Río Negro particularmente hay un montón de salas históricas en distintas ciudades que tienen 20 o 30 años y en sus espacios casi todas han construido una piecita para alojar a los artistas, es parte de. Si querés que la sala funcione tenés que alojar a gente que hace mil kilómetros para mostrar su trabajo. Cuando veíamos los planes de gira para apoyar a los grupos para que puedan salir no se comprendía la realidad de acá, que había hacer 500 o 1000 kilómetros. Para ellos era 20 kilómetros ir de una localidad a la otra, ibas y volvías en el día. Pero gracias a la discusión de aquel momento conseguimos un plus para las giras en Patagonia.
La invitación para aprovechar esta primavera teatral que hoy nos queda tan cerca queda abierta así desde este 3 de noviembre con la posibilidad de asistir a esta gran fiesta que cumple diez años de trayectoria como tal, invitando al público a acompañar estos días pensados para que nadie se quede afuera.
Toda la información del Festival se puede consultar en la página web y en las redes sociales Facebook e Instagram @primaverateatral.
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
Colectivo Al Margen
https://almargen.org.ar/2021/10/30/el-teatro-florece-en-bariloche/?fbclid=IwAR1n1piFmjG2Cfzk1O4vu4AHsc-PXsul22rD_B_tZpXzrCxkO9e5gGdtTp0
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