Colectivo Al Margen

El Newenche puede cerrar pronto.

Las trágicas jornadas de Junio de 2010 en las que el Estado se convirtió en ejecutor de jóvenes de los barrios pobres de Bariloche mostraron la cara que siempre se pretende ocultar de nuestra ciudad: la falta de oportunidades e infraestructura en las barriadas más vulnerables que deja a nuestros pibes en una situación de riesgo que periódicamente termina con muertos. Después de esos días tan oscuros el entonces gobierno radical, tristemente responsable político de esta realidad, empezó a invertir fondos para mostrarse ocupado en la solución de la crisis. De esa forma se decidió retomar la construcción de la obra inconclusa del Gimnasio “Padre Pepe”, que pasaría a llamarse Centro Newenche. La inversión inicial de $ 2.000.000 permitió un claro avance en la obra pero no alcanzó para concluirla.

El pasado 11 de agosto, matan a Maxi, un pibe de 15 años en el Barrio Unión; ese mismo día se arrancó con las actividades en el Newenche, aun sin estar terminado y ante la urgencia social en la necesidad de este espacio.

A la fecha se han puesto en marcha: la escuela de Fútbol, la escuela de Patín, la escuela de Básquet, atletismo, recreación, murga, danza terapia, peluquería, panadería, cine, apoyo escolar, eventos familiares, el uso de la cancha a pedido de diversos grupo, todos estos espacios abiertos y preventivos para jóvenes.

Muchos funcionarios de distintos Ministerios han pasado por la obra, y han celebrado el Centro Newenche, su necesidad y urgencia, pero lo cierto es que, salvo el aporte del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de $300.000 la obra sigue sin terminarse.

Todavía falta la calefacción, terminar los vestuarios, no tenemos implementos deportivos ni mobiliario, resolver y sostener el mantenimiento de todo el complejo, la iluminación exterior, el cerco perimetral, terminar una de las paredes más grandes del gimnasio, definir cargos solventados por el estado que aporten porteros, talleristas y docentes que puedan atender a la gran cantidad de chicos que se van acostumbrando a venir al Newenche, y que lo sienten como su casa.

Resulta claro que una obra de esta envergadura no puede funcionar sin recursos y entendemos que debería ser un compromiso del Estado y de este gobierno en particular, proveerlos.

Los problemas de drogas, armas, prostitución infantil, violencia, falta de oportunidades, la precariedad en la que viven muchas familias de los barrios y en especial sus hijos, están en la boca de muchos. El Newenche es una de las formas concreta de ocuparse y que no sean todos discursos vacíos.

Unas semanas atrás se calculó en $ 1.000.000 el costo para la culminación de la obra, y $35.000 pesos mensuales para su funcionamiento. Son montos importantes, pero no tanto, si se los asume como la “inversión social” que no se hace en los barrios pobres desde hace mucho tiempo.

Nos preguntamos si existe verdaderamente la decisión política de terminar el Newenche. Si es así ¿por qué no se pasa de los discursos a los hechos concretos? ¿Seguiremos hablando de la crisis social de Bariloche, de la violencia, de las muertes, de los pibes que se encuentran en situación de calle, pero sin lograr relacionar todos estos problemas con la falta de respuestas concretas en lo social?

Ciertamente el Newenche no va a solucionar todos los problemas del Alto barilochense pero puede aportar mucho. Hoy estamos tristemente ante la disyuntiva de tener que cerrarlo si no hay respuestas concretas y rápidas.

¡Déjennos ser!

NUCLEO ANIMADOR

(vecinos y vecinas comprometidos con la gestión comunitaria del Newenche)

Centro Newenche

Alto barilochense