COMIDAS RAPIDAS

COMIDAS RAPIDAS

Título: Sale completo, Jamón, queso y pan.
Acerca de la reivindicación de la comida casera

Bajada: Comida Rápida es la comida que se vende en locales o carritos callejeros lista para consumir. La oferta incluye variedad de frituras, diversos sándwiches, de salchicha, chorizo, milanesa, pati, además de pizzas, empanadas, tostados, etc. Para muchos es una alternativa de encarar la cotidiana de almorzar o cenar fuera de casa, al paso. Para otros la de escaparle a la cocina.

Desarrollo:

Dentro de una dieta equilibrada, la ingesta de este tipo de comida de manera ocasional, plantea menos riesgos para la salud. El problema es que hay generaciones que están reemplazando por completo la comida casera por menues de este tipo.
No son pocos lo que ven con malos ojos la propagación de esta no tan nueva tendencia en constante expansión. En todo el mundo los movimientos contra la comida veloz están creciendo de manera considerable. En nuestro país la lucha está centrada principalmente en agrupaciones como slow food (www.slowfoodarg.com.ar), Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (www.mapoorg.ar) y Sabores de la Argentina. Todas estas tienen en común defender la buena alimentación, las costumbres locales y la comida hecha en casa.

Subtítulo: La letra chica
Una dieta equilibrada es la que contiene la cantidad adecuada de energía (calorías), según las necesidades de cada persona y la proporción correcta de nutrientes que la aportan: las grasas, los hidratos de carbono y las proteínas.
Con tan solo una de estas comidas al paso, se ingiere más de la mitad de la energía diaria necesaria. Si a ello le sumamos la energía aportada por el resto de las comidas del día, el contenido total de la ingesta se dispara y favorece el exceso de peso.
En la mayoría de los casos, estos alimentos están fritos, empanados o rebozados, por lo que se enriquecen en grasa, que calentada se satura y resulta aún más indigesta, entre otras cosas, aumentando el colesterol en sangre. Contienen más sal que los que se preparan en casa, en parte porque el sodio se utiliza como un conservante. También se emplea el uso de otros conservantes, colorantes, antiapelmazantes, estabilizantes, etc.
Este tipo de platos suele incluir condimentos fuertes o aditivos industriales que potencian el sabor y estimulan el apetito y, con el tiempo, alteran la percepción del sentido del gusto y crean hábito. Muchos de estos alimentos son preparaciones muy procesadas que pueden contener niveles sustanciales de azucares refinados y grasas saturadas. El problema es que se alcanzan- y superan - la cantidad de calorías necesarias por día, por persona, pero la ingesta final termina siendo muy pobre en nutrientes, dando como consecuencia lo que se conoce como una sobredosis de “calorías huecas”.

“Que la comida sea medicina y la medicina sea comida.” -Hipócrates

Subtítulo: Ofertas jugosas
A nivel local, los negocios de comida rápida son muchos y sus ofertas incontables. Desde morfis hasta Santana. Pasando por Salchi fritz y muriendo a las 5 de la mañana en un puesto callejero de pati. Rapidez de servicio, horarios amplios y una amplia gama de precios son, entre otras cosas, los pilares de esta no tan nueva cultura gastronómica. Generalmente trabajan con menús fijos y sus precios oscilan entre $2 y $15. A continuación una breve guía de opciones:

Por $1,50 conseguís una hamburguesa en un puesto callejero y por $2 le pones jamón y queso. Por $4 podés comerte un pancho frito con papas y una gaseosa.
Un combo 11 en un reconocido local céntrico cuesta $8 y consta de dos salchichas con puré o papas fritas más un vaso de gaseosa, sin gas. Un choripan bien cocido te espera en un carrito callejero por $2. Los precios de una pizza solo con queso oscilan entre $8 y $18. ¿Sándwiches de mila? Si tenés entre $3 y $7, te conseguís uno solo o con tomate, lechuga, jamón y queso, dependiendo del monto del que dispongas ¿No querés salir de tu casa? Da igual, pedilo por teléfono y, si no es domingo a la noche, no tarda más de 30 minutos. “Hoy vamos al shoping, comemos algo rápido en el patio de comidas y vemos una película de cartelera”.
Estas ofertas alimenticias y su proliferación hablan también de una cuestión cultural en cuanto a qué entendemos por “comer bien”. Esta idea suele estar asociada a “gastar más dinero”, cuando seguramente lo que gastamos en un combo 11 es lo mismo que necesitamos para comprar 1kg carne u otro producto y elaborar algo en casa. Por otra parte, es probable que para personas de escasos recursos, uno de estos menús al paso pueda hacer zafar una comida, pero también es cierto que en muchos de esos hogares no se sabe cómo cocinar alguna preparación sana con la misma cantidad de plata.


Subtítulo: “Calidad, servicio y limpieza”

Existe una amplia variedad de cadenas de comida rápida a nivel mundial. Guiadas por slogans como “calidad, servicio y limpieza”, montan su show bajo las estrictas órdenes de un gigante reloj exhibido en lo alto de la cocina. Menues agrupados, prácticos y convenientes se exhiben en generosas fotos sobre el mostrador. El gorro visera con logo, la chomba y una chapita con su nombre, identifica a los peones de este negocio sincronizado.
El que este mes se encarga de la venta de mostrador, el siguiente despachara pedidos en la
cocina, y al siguiente estará en el sector de empaque. Una línea de montaje bien aceitada, armada por piezas reemplazables, funciona como motor de esta Compañía Alimentaria.
_ Buenos días ¿puedo tomarle su pedido?
_ Quisiera un combo 3
_ ¿Le gustaría agrandar el tamaño de sus papas y gaseosa por solo un peso? No, la hamburguesa ya viene con cebolla, no puedo quitarla ¿Le gustaría un exquisito pastel de banana como postre? ¿Realmente piensa que le tomo el pelo? ¿Un café tal vez? Tengo unas donas exquisitas.
_ ¿Puede ser un poco más de mayonesa y sal?
_ Gracias por su compra ¿Desea donar los 25 centavos de su vuelto para las obras de caridad de nuestro payaso amigo? ¿Le ofrecí ya nuestra tarjeta de puntaje para clientes frecuentes?
Tu pedido esta listo pero tene en cuenta que, detrás del telón de su almuerzo, desfilan un buen número de historias macabras, dignas de ser contadas:

Destrucción de la tierra. Estas Compañías de origen norteamericano usan sustancias venenosas para destruir grandes áreas de la selva tropical de Centroamérica, con el fin de crear terrenos de pastoreo para el ganado y proveer materiales necesarios para sus envases de comida rápida. 1280 km2 cuadradas de selva se necesitan para cubrir su demanda anual de papel. Cada año un área de 1841 km2 es devastada en la selva tropical. Este proceso causa al menos la extinción de una especie animal, planta o insecto cada hora. Para producir un kilo de carne, se necesitan 10 kilos de granos. Esto provoca el desperdicio de más de 100 millones de toneladas de grano por año, que equivalen a 20 billones de dólares. Se calcula que esa cantidad de dinero podría contener el hambre del mundo entero por 3 años.
Estas empresas son el ejemplo del imperialismo económico y la sobre explotación puesta en práctica. Como el manual de la buena multinacional dicta, estas familias del terror se aseguran de gastar lo mínimo posible en salarios. La práctica de la desmoralización de su personal es su arma favorita. Aprovechándose de las minorías étnicas, del empleo de menores de edad, de personal que no necesita de capacitación ni experiencia previa y del trabajo de tiempo parcial. Además, se prohíbe en sus estatutos la formación o afiliación a sindicatos. Todas estas compañías son el triste rostro de un sistema económico que subordina todos los aspectos de la naturaleza y vida humana a la obtención de dinero.

En Bariloche no hay cadenas de comida rápida internacionales ni nacionales. Muchos ven con buenos ojos esta realidad, ya que la “plata” queda acá, entre nosotros. Pero los dueños de estas casas locales con una cabeza parecida, escala miniatura, a las de las grandes cadenas multinacionales no hacen más que repetir lo que estos modelos dictan. Empleados mal pagos y en malas condiciones de salubridad son una constante. La plata queda acá, seguro, pero no en tu bolsillo ni en el mío.
¿Ketuchup o mostaza?

Gracias, pero tal vez prefiera otra vez sopa

Colectivo Al Margen