Colectivo Al Margen
Ambiente y medio. El desafío de un modelo de desarrollo inclusivo con cuidado de nuestro ambiente
Ambiente y medio. El desafío de un modelo de desarrollo inclusivo con cuidado de nuestro ambiente
Nuevamente el destino de América Latina se debate abiertamente entre ser colonia o tener gobiernos soberanos. En los últimos meses se han sucedido eventos históricos que están haciendo tambalear el statu quo de los distintos países. Ha vuelto la injerencia abierta y pública de Estados unidos y Europa para desestabilizar, voltear y/o derrocar gobiernos de raigambre popular y también ha resurgido la revuelta popular masiva en contra de gobiernos neoliberales neocoloniales.
En nuestro país acaba de asumir un nuevo gobierno popular elegido democráticamente que se propone terminar con el hambre y construir un modelo de desarrollo inclusivo Buen momento para reflexionar sobre los rumbos y herramientas para ese desarrollo inclusivo en nuestro país.
Hace un tiempo reflexionábamos con un colega en este medio sobre los modelos de desarrollo y de explotación de los recursos/bienes naturales en América Latina: https://almargen.org.ar/2016/08/11/nuestros-recursos-naturales-como-se-reparte-la-torta/. En esa nota caracterizamos tres líneas ideológicas frente al manejo de las riquezas naturales: neoliberal, anti-extractivismo y neodesarrollismo. Fue a comienzos del gobierno neoliberal de Macri, cuando a partir de ese análisis pudimos anticipar las consecuencias de sus políticas sobre la gente, la economía y el ambiente. No fuimos nada originales, muchos pensadores comprometidos y movimientos colectivos de diversas formaciones también anticiparon las consecuencias de un nuevo gobierno neoliberal en el país. El neoliberalismo es muy previsible, porque que siempre aplican exactamente las mismas medidas, sin importar el país, la región, el momento histórico, etc., obteniendo siempre los mismos resultados: aumento de la desigualdad y destrucción del ambiente. En aquella nota previa planteamos la necesidad de llegar a consensos entre las posturas neodesarrollistas del gobierno kirchnerista y las del antiextractivismo, para poder consolidar una alternativa soberana a la vía neocolonial neoliberal. La búsqueda de un desarrollo autónomo de nuestros países solo es posible aprovechando con la mayor eficiencia posible nuestros bienes naturales. Esto implica no solo el desarrollo de técnicas de producción y de agregado de valor local a las materias primas que preserven los bienes naturales, sino también mecanismos de redistribución de las riquezas obtenidas por el uso de bienes naturales. Asimismo, se requiere de implementar técnicas de transición entre un modelo de explotación extractivista, como el actual, a uno neodesarrollista no extractivista. Durante los distintos gobiernos populares en nuestra Patria grande este camino se intentó con mayor o menor profundidad y éxito en los distintos países. Pero es innegable que hubo un intento de redistribuir la riqueza proveniente de nuestros territorios.
El qué nos pasó, para saber que hacer
La oleada neoliberal de los últimos años demostró que muchos de los cambios en ese sentido no estaban consolidados y lo más importante, no arraigados en la conciencia de la mayoría de la población. Por ello, es necesario nuevamente un análisis crítico de lo que se hizo y lo que pasó para mejorar lo que se haga a futuro. Es para destacar entonces los espacios de discusión política donde empezó a cuajar esa convergencia neodesarrollismo-antiextractivismo. Espacios donde se encontraron en los últimos meses políticos, asociaciones vecinales, ONGs, comunidades originarias, científicos y técnicos y la comunidad en general. Estos espacios tienen conexiones, en mayor o menor medida, con el recién asumido gobierno del Frente de Todxs. No es de extrañar entonces que el Frente en su plataforma política y en la campaña se tomaron muchas de estas consignas como bandera (https://frentedetodos.org/plataforma). Por citar alguno de estos espacios de discusión se cuentan el Foro Agrario (http://foroagrario.org/documentos/), el Encuentro de Ciencia y Universidad (https://ffcienciayuniversidad.wordpress.com/2019/11/13/iv-encuentro-nacional-de-ciencia-y-universidad/?fbclid=IwAR08Hk-pmx99UKMxKMBRbrToRGoSXe_-0KhKGeGCScJO_ecLosj7EEXLbPc), los documentos del grupo CyTA (https://www.facebook.com/pg/Ciencia-y-T%C3%A9cnica-Argentina-1725911020960241/posts/?ref=page_internal), los propios encuentros de equipos técnicos del Frente de todxs y del PJ (ver plataforma y https://www.google.com/amp/s/amp.pagina12.com.ar/224986-el-plan-de-gobierno-de-100-dias-del-pj) y muchas otros espacios de discusión político-técnico-científica que se han dado recientemente. Los invito a bucear esos documentos que creo que aportan claridad de diagnóstico y las propuestas de políticas públicas que se vienen en la nueva gestión. Una coincidencia clara de todos estos espacios es la caracterización del gobierno saliente y su modelo de desarrollo neocolonial, que profundiza las desigualdades, la fuga de capitales y la depredación de los bienes naturales. Asimismo, se plantean la necesidad del impulso de modelos alternativos al agronegocio, igual o más eficientes y económicos como la agroecología. También se propone el agregado de valor in situ de las materias primas en general (del agro, mineras, pesqueras, etc.), que redunde en más trabajo y redistribución de la riqueza. Además, que todo este proceso debe ser acompañado con una fuerte inversión en ciencia y tecnología en todas sus ramas. No solo para la eficientización del modelo productivo, sino también para disminuir y mitigar los efectos sobre el ambiente y la salud, para desarrollar políticas públicas que acompañen y dirijan el cambio social producido por el nuevo desarrollo, garantizando la equidad y el respeto a la diversidad cultural y de creencias. A modo de ejemplo de que este discurso está internalizado en el nuevo Gobierno podemos citar las respuestas del Dr. Salvarezza, ministro de Ciencia Tecnología e innovación, en una reciente entrevista para la agencia TSS (http://www.unsam.edu.ar/tss/roberto-salvarezza-tenemos-que-propagar-el-impacto-de-la-ciencia/).
– ¿Por qué le quitaron la palabra “productiva” al nombre del ministerio? –Para que esté la idea de que la innovación es algo más amplio. Si bien tiene una dimensión productiva, también tiene una dimensión social. Y hay otras dimensiones. La ambiental también debe ser tenida en cuenta, y hasta entra en conflicto con lo productivo. Están los casos del paquete tecnológico del agro, la minería a cielo abierto, el fracking… Entonces, ¿cómo nos vamos a olvidar de esas otras dimensiones? Como diputado también impulsé un proyecto para crear un observatorio de agroquímicos, porque considero que es necesario trabajar con evidencia científica en los debates ambientales.
– ¿Cómo van a manejar esas tensiones?
-Necesitamos un observatorio medioambiental. El sistema de ciencia debe dotar de racionalidad a una discusión medioambiental que tiene escenarios de mucha conflictividad; escenarios donde tenemos una escuela lindando con un campo que se fumiga y un productor que quiere tener mejor rendimiento. El estado no solo necesita los dólares de la cosecha, también tiene responsabilidades en materia de salud. Desde nuestro lugar debemos brindar los insumos técnicos para este tipo de discusión. Los ministerios de Ambiente, Salud y Agroindustria tendrán que dar el debate, pero el Ministerio de Ciencia tiene que proveer elementos, advertir sobre las consecuencias de una determinada acción. Y esto se puede hacer mediante sensores para controlar la aplicación agroquímicos como los que se están desarrollando. Está también el caso del fracking. Hoy sabemos que existe una mayor intensidad de sismos, que son monitoreados por el Conicet. Tenemos datos de que el agua que se saca se inyecta mal, para no tratarla. A Estados Unidos ya le pasó, y ellos saben que hay que tratar el agua, aunque sea muy caro hacerlo. Acá es donde nosotros podemos aportar conocimiento, información.
Poder popular versus poder real
¿Todo muy lindo no? Pero a la hora de los bifes hay que saber con qué se cuenta para bancar la respuesta de los poderes reales. Ya están demostrando las patronales agrarias en estos días. Solo se les quitó un tope a las retenciones que estaba asociado a un dólar a 30 pesos y ya están que trinan. No se tocó aún los porcentajes de las mal llamadas retenciones que puso Macri. Un detalle importante, las retenciones son derechos de exportación. No las paga el huertero del Manso, ni el que tiene una majada de ovejas en la línea sur. Son una herramienta económica que se aplica para diferenciar los precios de los alimentos a nivel local de los precios internacionales y para que no se desabastezca el mercado local, dado que el productor recibe un precio similar por exportar que por venderlo localmente. Cuando se dice que no se aplica en muchos países, es porque no hay muchos países que exporten lo mismo que come su población. Es decir, en el fondo es una medida de redistribución de la riqueza que proviene de la tierra. Por ello, no es de extrañar que esta medida haya sido apoyada por el “otro campo”, el de los pequeños productores https://infocielo.com/nota/113148/organizaciones-campesinas-se-manifestaron-a-favor-del-aumento-de-retenciones/. Por el contrario, los poderes concentrados de la tierra, de la industria, de los bancos, de los medios y de las mineras, que han sido los abiertamente beneficiarios del gobierno saliente, han demostrado que no quieren retroceder ni un ápice en los privilegios con los que cuentan. Por ello están tan en contra del proyecto de emergencia que se está tratando en el Congreso, donde se aumentan impuestos a los que más tienen (bienes personales, retenciones segmentadas por tamaño de productor y compras en el exterior, excluyendo las compras para fines de investigación) en favor de los que menos tienen, las pymes y pequeños productores. Cierto que algunas de estas medidas afectan en parte también a sectores medios en función de atender la emergencia, pero el cambio respecto al macrismo es claro, distribuir para crecer. Asimismo, a escala regional el poder real ha mostrado sus garras y su capacidad de daño, aún en los momentos que de mayor consolidación de los gobiernos populares. Entre ellos se cuentan el alzamiento de las patronales rurales de 2008, el intento de golpe policial a Correa en Ecuador, los intentos golpes de Estado a Chávez, el intento separatista de la medialuna de Bolivia y finalmente el golpe de Estado a Evo Morales, tan doloroso como reciente. Si algo ha diferenciado a nuestro país de nuestros vecinos, es que existe una organización política mayoritaria de las demandas de los sectores populares a través del movimiento nacional y popular. Por ello, aquí el anti-neoliberalismo se ha canalizado recientemente por las urnas y no en un estallido social. Este movimiento que ha tenido varios “–ismos”, tuvo su vertebración clara en el siglo pasado a partir del primer peronismo, nutriéndose de la función de las experiencias organizativas previas y posteriores, anarquistas, socialistas, comunistas y radicales. Los momentos más potentes y ricos de este movimiento fueron cuando aprovechó esa diversidad para potenciar su capacidad de gobernar y aplicar políticas públicas. Por ello, una gran virtud de los gobiernos nacionales y populares ha sido su gran cuota de pragmatismo a la hora de ir moldeando las correlaciones de fuerza con los grandes poderes, encontrando los momentos en los cuales se puede avanzar hacia mayor equidad, distribución de la riqueza e igualdad de derechos. Obviamente estos gobiernos no han estado exentos de contradicciones y retrocesos, pero han tenido un rumbo general hacia un modelo de país más inclusivo. Ejemplos recientes de ese pragmatismo, fueron la estatización de AySA e YPF. En ambos casos no se trató de un espíritu estatista, sino de la necesidad de resolver problemas de la economía real. Ambas medidas no se hicieron cuando lo pedían las bases, sino cuando la correlación de fuerzas fue suficiente para avanzar contra el poder real. Siempre será opinable si fue el momento correcto o no, o con la profundidad de cambios que hacía falta. Pero lo concreto es que se recuperó para el Estado el manejo de esos recursos estratégicos. Un ejemplo contrario fue el intento de redistribución de la riqueza proveniente de la exportación de granos en 2008, a través de las retenciones móviles. Se retrocedió, porque se perdió en la correlación de fuerzas. Eso sí, lo que quedó de retenciones se repartió de una manera inéditamente federal a través de la creación del Fondo sojero para obras en todos los rincones del país manejadas por los gobiernos locales. Otra vez, el pragmatismo y el rumbo redistributivo. Un ejemplo actual sería la negociación con las petroleras por una rebaja de los precios de gas, para calefacción y electricidad hogareñas y de la industria, a cambio de una rebaja en las retenciones al petróleo.
Pautas para las luchas que vienen
Sabiendo el contexto regional, la crisis social y económica que dejó el macrismo y del pragmatismo habitual del peronismo, habría que plantearse algunas pautas para lo que viene. Propongo humildemente este análisis tanto para los funcionarios, como para los académicos, como las ONGs ambientalistas y la gente de a pie. Sería recomendable que aquellos que ocupen cargos en esta etapa redoblen los esfuerzos por escuchar las críticas constructivas de sectores especializados y de la ciudadanía en general. Y si así no lo hicieran siempre se puede recordarles en la calle a quienes representan. Los reclamos ciudadanos por cuestiones medioambientales organizados o no, sin importar si son fogoneados intencionalmente por algún sector del poder real, deben ser escuchados y encontrar la manera de crear espacios reales de debate público e informado sobre los proyectos y actividades que afectan nuestro medio. La potencia de las universidades como centros de creación de conocimiento y como promotores del debate ciudadanos constructivo no puede ser desaprovechada nuevamente. En este sentido es un buen augurio que el Dr. Salvarezza, en la entrevista antes citada, impulse que el sector universitario, científico y tecnológico sea consultor del Estado para estos conflictos y a su vez conductor natural de los debates, en especial los socioambientales, entre los distintos sectores de la sociedad.
Por otro lado, se podría analizar y profundizar la dimensión política y la repercusión mediática de las críticas y reclamos ambientalistas de las comunidades originarias, ONGs y académicos. Por ejemplo, cualquier reclamo ambiental y/o de pueblos originarios tenía la tapa de los grandes diarios y el prime time de TV durante el gobierno kirchnerista y en estos últimos 4 años los han mostrado poco y nada. O al mostrar esos reclamos han sido tildados de violentos y terroristas. En la misma línea de razonamiento vale preguntarse ¿Porque tanta prensa a una joven sueca que habla del cambio global? ¿Cuál es la novedad del discurso de Gretha Thunberg respecto a otros que dicen lo mismo, pero a la vez quieren cambiar el mundo desigual como Evo Morales o las comunidades originarias de nuestro país? ¿No será que el mensaje que pone a todos los países con igual responsabilidad es funcional a ciertos intereses? Aunque es valorable la inquietud de la piba y su movimiento juvenil contra el cambio climático, no es inocente que su movimiento tenga prensa y otros no. Ojalá su movimiento empiece a tomar conciencia que sus países y la desigualdad que promueven son los que más responsabilidad tienen en el Cambio global. Y que estos conflictos no puede ser otra herramienta para obturar el desarrollo equitativo y sustentable de nuestros países. Si empiezan a dar esa discusión desde el corazón del sistema derrochador, la cosa toma otro color. No parece que general lo vean así los ambientalistas que le hablan a la humanidad como si todos tuviéramos la misma responsabilidad por igual. No ponen en la balanza los procesos de sometimiento de esos países y como los países pobres hemos subsidiado sus despilfarros y lujos. Asimismo, el ataque desmedido a Gretha y su movimiento también distrae de la discusión de fondo sobre el cambio climático y la desigualdad. Es entonces parte del debate a dar, el valor de ciertas voces y otras no. Por ello, es necesario profundizar el análisis de cómo hay que discutir este tema en nuestros países. Cierto es tanto que el agronegocio y la megaminería nos hace pelota. Pero tanto más cierto que esa riqueza ni siquiera queda en nuestro país y que son los países centrales los que deberían financiar nuestra transición a un modelo más armónico con el medio, porque han sido esos países los que han destruido el mundo, dentro y fuera de sus fronteras. No hay que olvidarse que un yanqui o un europeo consume recursos y produce basura como diez de nosotros. La acción individual de hacerse una huerta o reciclar vale para tomar conciencia y empoderarse. Pero el cambio real es colectivo y político, donde se discute la redistribución de la riqueza y de un ambiente sano para todos y todas. La riqueza y bienestar que nos falta, los tienen los países del primer mundo. Ellos viven en el sobreconsumo porque nosotros vivimos en el subconsumo. Volviendo a la intencionalidad de los medios hegemónicos locales, ¿No les extraña que en las últimas semanas se estén haciendo informes especiales en los medios hegemónicos sobre el fracking, la desforestación, el glifosato, etc.? Son todos graves problemas de larga data y difícil resolución a corto plazo, por lo que pueden ser tranquilamente utilizados de ariete del poder real contra un gobierno que recién asumido y con un país incendiado social y productivamente. Así fueron usados por ejemplo los incendios del Amazonas y el tema Litio para deslegitimar a Evo Morales ¿Todo esto implica no reclamar y/o denunciar si se producen desastres ambientales en el nuevo gobierno? No, por favor, no. Significa tener en cuenta el contexto, las limitaciones del nuevo gobierno y los intereses del poder real, para que el reclamo legítimo por un ambiente sano no colabore con la vuelta de un modelo neoliberal de depredación del ambiente y de la mayoría de la población.
El rumbo es lo que cuenta
Para quien escribe, citando a Eduardo Aliverti, “uno no sabe cómo le irá a este Gobierno, pero no puede dudar de sus (buenas) intenciones” https://ar.radiocut.fm/audiocut/eduardo-aliverti-editorial-marca-radio-14-12-2019/. El presidente electo dio varias señales contundentes en su discurso de rumbo que quiere tomar en cuanto a distribución de la riqueza. Uno de los más simbólicos es el quitarle los fondos a la AFI, exSIDE, es decir “los servicios”, para dedicarlo al plan contra el hambre. Asimismo, indicó que «El plan económico debe ser propio e implementado por nosotros. No dictado por nadie de afuera con remanidas recetas que ya han fracasado. La Argentina requiere de un programa que le permita crecer e incluya. Una Argentina con incentivos para producir y no para especular. Un proyecto de visión nacional de desarrollo en el cual la agroindustria, la industria manufacturera, los servicios basados en el conocimiento, las pymes, las economías familiares y el conjunto de actividades productivas sean capaces de agregar valor a nuestras materias primas para crear un robusto mercado interno«. También indicó que tanto las obras de infraestructura, como el desarrollo productivo tiene que tener un sentido ecológico. Además, Fernández anunció que reafirmará su compromiso con el Acuerdo de París y promoverá «el desarrollo integral y sostenible mediante una transición justa, que asegure que nadie quede atrás«. Y agregó: «Estas medidas son esenciales para entender la vulnerabilidad del país y, en particular, de los sectores más desprotegidos, que son los que más sufren los efectos del cambio climático«. Asimismo, al referirse a la soberanía sobre islas Malvinas indicó «Defenderemos nuestros derechos soberanos sobre las islas Malvinas, la plataforma continental, la Antártida Argentina y los recursos naturales que estas extensiones poseen porque pertenecen a todos los argentinos«. Para concluir, determinó la necesidad de ordenar las condiciones para la conservación y el uso racional de los recursos ambientales: «de los bosques, de la biodiversidad, de los humedales, de los suelos, del mar y sus recursos«. En este sentido, llevar nuevamente al rango de ministerio al área de medioambiente es un hecho concreto a pocos días de asumido el nuevo gobierno en línea con el discurso del presidente. Puede que genere cierta desconfianza que nuevo titular no sea un especialista, el ex diputado y nieto recuperado Juan Cabandié. Aunque el flamante ministro ha sido parte de la comisión de medioambiente de Diputados, es cierto que hubiera dado mejores señales un especialista. Sin embargo, si el nuevo ministro se rodea de los técnicos que elaboraron la nueva agenda ambiental de la que habla el presidente, vamos por buen camino.
Se espera entonces que el rumbo lleve hacia una transición hacia un modelo neodesarrollista no extractivista. Obviamente va haber avances y retrocesos y muchas contradicciones en el camino. Dicha transición inevitablemente va ser financiada a partir de las actuales actividades productivas que son extractivistas. Por ello es tan importante lo que se plantea en la nueva gestión en cuanto a la mayor inversión en ciencia y tecnología, para ir resolviendo los conflictos ya existentes y los nuevos que existan. En el mismo sentido están la mayor inversión hacia la agricultura familiar y los pequeños productores planteada en el Plan de Argentina contra el hambre y en proyecto de Emergencia. En este sentido, este nuevo paradigma de desarrollo se resume muy bien en las antes citadas conclusiones del Encuentro Nacional de Ciencia y Universidad. Allí se propone construir una idea de lo agrario más allá de lo productivo, incorporando su valor para la restauración de ambientes, su función alimentaria, su influencia en el desarrollo industrial, su potencia para sostener o recuperar el arraigo y el desarrollo en los territorios, que tenga como protagonista a la agricultura familiar campesina e indígena y que priorice la agroecología y democratización de la tierra y la comercialización. Por ello se propone elaborar, nuevos parámetros contrahegemónicos para medir o evaluar la productividad y desarrollo agrario, dejando de lado los valores del neoliberalismo en el agro, teniendo en cuenta la sustentabilidad social y ambiental. La presencia del Ministro de CyT y otros flamantes funcionarios en este Encuentro y en la presentación de los 21 puntos del Foro Agrario es una señal clara de las ideas y los sectores en que se apoya la nueva gestión https://www.pagina12.com.ar/237438-presentaron-los-21-puntos-del-foro-agrario-para-dar-vuelta-l.
Se vienen tiempos muy difíciles, desafiantes, llenos de contradicciones y a la vez esperanzadores de que al fin vamos a poder construir una sociedad más justa, inclusiva y soberana. El ambiente es nuestra casa, y nuestro medio para poder hacerlo si lo cuidamos y nos cuidamos entre todos y todas. Ojalá sepamos todos y todas, tanto dirigentes, especialistas, y la gente de a pie, como sociedad aprovechar esta oportunidad.
Por Manu De Paz
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen
Colectivo Al Margen
https://almargen.org.ar/2019/12/21/ambiente-y-medio-el-desafio-de-un-modelo-de-desarrollo-inclusivo-con-cuidado-de-nuestro-ambiente/
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