Jubilados denuncian recortes en la cobertura de medicamentos

 Un grupo de jubilados se autoconvocó en la plaza del Centro Cívico para sumarse a un reclamo que se está haciendo a nivel nacional. Acordaron volver a reunirse el 5 de junio a las 15.30 horas en el hall del hospital zonal, para dar forma a los diferentes reclamos. Invitan para ese momento, no sólo a los adultos mayores, sino también a sus familiares y sobre todo a los jóvenes barilochenses que con su energía darán un gran respaldo a lo que ellos vienen solicitando.

Gran cantidad de situaciones fueron planteadas por los vecinos, “cada vez nos recortan más los medicamentos y la cobertura sigue bajando, no podemos pagarlos y tampoco podemos dejar de tomarlos”, dijo indignada una señora.
“Antes me cubría cinco de los siete que me recetó el médico, ahora sólo tres y la jubilación no alcanza”, comentaron.

Otra vecina señaló que “es una vergüenza que después de haber trabajado toda una vida tengamos que venir a la plaza a protestar porque nos han sacado todo lo que nos hemos ganado con nuestras manos, este gobierno de corruptos y ladrones tiene el descaro de sacarnos lo que logramos con sangre y sudor”, declaró otra jubilada, molesta.

Las quejas también apuntaron a las facturas de luz, “el descuento sólo lo tenemos si el consumo es mínimo, pero ese nivel todo el mundo lo supera entonces pagamos como cualquier otro habitante y esto ya no da para más”.

Una de las señoras aprovechó la ocasión para leer un breve texto, testimonio de un jubilado que iba con Norma Plá los miércoles al Congreso: “Uno de mis nietos que es médico me está manteniendo, a mí me gustaría poder ir al hospital Fernández con un traje lindo a la puerta y decir que soy el abuelo del doctor Castro, pero no es eso lo que pasa. Aquí me tiene protestando para no sentirme como un mendigo, sino tuviera a mi nieto me moriría de hambre, no me muero de hambre pero sí de vergüenza”. Así resumieron el sentir de la mayoría de los que se hicieron presentes a la convocatoria de la tarde de ayer.

Dura realidad

Fabián Tummino, médico asistente y auditor de PAMI Bariloche, acompañó a los adultos mayores en su reclamo, en diálogo con El Cordillerano dijo que la situación en nuestra ciudad está muy difícil. “En primer lugar quiero aclarar que esta situación la podemos hacer pública gracias a la cobertura gremial porque en el convenio tenemos una cláusula de fidelidad y por eso muchas veces los trabajadores no pueden decir lo que está pasando”.

Comentó que llegó el momento de juntarse con los centros de jubilados y con los adultos mayores porque la situación es caótica, “lo que más se conoce es lo que está sucediendo con los medicamentos pero tenemos una demora en la entrega de prótesis, algunas fueron encargadas en noviembre del año pasado y aún no han llegado, lo que obliga a reprogramar algunas cirugías más de siete veces por este motivo”. Como otros motivos enumera la falta de pago a los distribuidores o el escaso presupuesto. Dijo que lo mismo sucede con las derivaciones a centros de alta complejidad para tener la cobertura tanto para el paciente como para un familiar y eso nunca llega a tiempo.

Al ser consultado sobre la manera en que resuelven las quejas de los jubilados, no teniendo un respaldo que los acompañe dijo “acá en Bariloche todavía nos respetan los jubilados pero en otros lugares del país, amparándose en hacer valer sus derechos, han agredido a compañeros, llegando a la internación a algunos de ellos”.

Esto no lo dice como crítica, sino que por el contrario agregó “son derechos que se les van cercenando de manera permanente y desde hace un tiempo a esta parte avanzan con los recortes, nadie dice nada y siguen recortando, por eso me parece que es momento de juntarnos y decir basta”. Agregó que los trabajadores de PAMI apoyan estos reclamos porque ya no cuentan con herramientas para enfrentar la situación desde sus puestos laborales. “Si tenemos en cuenta los costos de la canasta familiar, todos los jubilados están en situación de pobreza, cada medicamento con el descuento aplicado no baja de los 500 o 600 pesos”, dijo.

“Muchas veces los abuelos nos consultan para ver cuál medicamento pueden dejar de tomar, si el de la presión o del colesterol porque los dos no los pueden comprar”, relató. Sin contar lo psicológico y emocional que influye negativamente en el estado de salud.

Sin ambulancias

Con respecto al servicio de ambulancias, Tummino dijo “antes competían las ambulancias de Activa, Vital y El Sol, hoy sólo quedó Vital”. Cuando uno llama por una emergencia, atiende un operador, quien advierte que sólo realizarán la asistencia en domicilio si hay riesgo de muerte. Luego inician un cuestionario acerca de la provincia desde la que se está llamando, si tiene el carnet correspondiente y una serie de preguntas, que consumen más de cinco minutos, para finalmente al conocer los síntomas, comunican que no podrán asistir.

“Están adiestrados para rechazar todos los llamados telefónicos y cuando se dignan a mandar una ambulancia, un médico, aunque haya una orden de internación de otro profesional, se niega a llevarlo. Por denuncias escritas ya tenemos dos casos de fallecimiento en Bariloche por abandono de paciente”, enfatizó.

Talleres

Fueron varios los jubilados que denunciaron la falta de pago a los talleristas en los distintos barrios. “La última clase tuvimos que hacer una vaca entre todos y darle al profesor porque hace más de un mes que no le pagan”, contaron.

Gabriela Matozza hace muchos años que dicta talleres y ante la convocatoria de los jubilados, quiso estar presente. “No puedo dejar de ver que hay jubilados que la están pasando muy mal, teniendo en cuenta que fue una convocatoria espontánea vinieron muchos y la próxima seguramente se duplicarán”, dijo. “El Estado es el responsable de garantizar las políticas públicas que cuidan los derechos de los adultos mayores, no tienen porqué pedir limosna, es un derecho que tienen que exigir que se cumpla”, agregó.